EFEMÉRIDES
12 de noviembre: Día Mundial contra la Neumonía
También conocida como pulmonía, es la enfermedad infecciosa más letal que existe.
La neumonía, también conocida como pulmonía, es la enfermedad infecciosa más letal que existe debido a que en la mayoría de las ocasiones se la considera un resfriado común, pero lo cierto es que cuando por fin es diagnosticado de forma correcta ya es demasiado tarde.
Esta enfermedad provoca la inflamación de los pulmones por la presencia de una infección producida por virus o bacterias. En la actualidad, la neumonía sigue siendo la principal causa de muerte en menores de 5 años. En 2015, la enfermedad se llevó la vida de 922.000 niños en el mundo.
Como diagnosticar a tiempo: prevenir, proteger y tratar
Lo principal es informarse sobre su tratamiento y los síntomas. También se deben tomar precauciones, sobre todo si en casa tenemos nenes o adultos mayores.
La forma de detectar el virus es mediante placas torácicas o radiografías. Se comprobó que si la enfermedad se diagnostica a tiempo, la mortalidad reduce en un 42% en los niños de 2 años o menos.
A pesar de esto, la realidad es que muchos países no cuentan con las políticas públicas necesarias, ni el nivel de inversión adecuado para diagnosticar y tratar la enfermedad. Por lo que recién cuando los nenes no responden al tratamiento los médicos se dan cuenta del cuadro de neumonía y para entonces es demasiado tarde.
Por esta razón es importante que si existe un brote del virus, se lleve al paciente inmediatamente a una revisión médica apenas aparezcan los síntomas en vez de asumir que se trata de un simple resfriado.
Prevención. Las vacunas contra el sarampión y la tos ferina también son esenciales para evitar infecciones que podrían complicarse y terminar en neumonía. Por lo cual es necesario siempre estar atentos a contar con los cuadernos vacunatorios de nuestro grupo familiar al día.
Protección. La lactancia materna exclusiva en los 6 primeros meses de vida es una forma muy efectiva para proteger a los niños de neumonía y otras enfermedades infecciosas. Además de una buena nutrición, el lavado de manos, el agua potable y la descontaminación del aire de humos.
Tratamiento. Para salvar a los niños de la neumonía se necesita actuar rápidamente ante cualquier posible síntoma, incluyendo la dificultad de respiración y la tos. El tratamiento para la mayoría de tipos de neumonía suele ser el uso de antibióticos, que abordan al virus de forma directa estabilizando al organismo.