Antojos
9 sensaciones que confundes con el hambre y no te das cuenta
¡Lee este artículo antes de pedir ese delivery de pizza!
Vamos al grano:
1. CANSANCIO
¿Alguna vez te diste cuenta de cómo te da hambre durante la media tarde o justo antes de acostarte? Sentirse con sueño puede crear el impulso de comer algo para impulsar la energía y mantenerse despierto. La mejor solución es tomar una siesta o acostarse temprano, pero si estás en el trabajo o fuera de la casa, date un vuelta por la oficina o conversa con un compañero de trabajo durante unos minutos.
2. ESTRÉS
Cuando estás estresado, las hormonas cortisol y la adrenalina bombean a través de tu cuerpo, lo que lleva a niveles altos de azúcar en la sangre y más señales de hambre. Esto no es tan grave si es un evento de una sola vez, pero en exceso por estrés crónico es una mala noticia. Muchos de nosotros estamos trabajando sin parar y sin dormir lo suficiente o cuidar de nuestros cuerpos, y nuestros cuerpos están en un estado de estrés constante. Comer en exceso una mañana no es un gran problema, pero después de semanas, meses o años, comenzarás a ver el aumento de peso.
3. SED
La señal de sed del cuerpo es similar a la señal de hambre, lo que significa que podrías buscar un refrigerio cuando deberías buscar una bebida. Intenta beber una o dos tazas de agua, agua saborizada o té y, si todavía tienes hambre cinco minutos después, probablemente sea hambre real. Para mantener alejadas esas señales confusas, mantente hidratado durante todo el día llevando contigo una botella de agua.
4. TRISTEZA
Cuando te sientes triste, puedes recurrir a la comida decadente para consolarte. Al comer con fines emocionales, estamos tratando de llenar un vacío temporalmente y nos sentimos satisfechos mientras comemos, pero después de comer, la sensación de tristeza sigue ahí. Entonces nos sentimos culpables y deseamos tener más fuerza de voluntad después. La atención plena puede ayudar a combatir el comer emocional, respirar profundamente, comer a un ritmo más lento y prestar más atención a la sensación de saciedad puede ayudarte a no continuar con la satisfacción pasada solo porque sabe bien.
5. RUTINA
Si sabes que siempre comes helado en el sofá o comes pizza en la casa de un amigo, esas rutinas están muy arraigadas. Si tu comida no es más que un hábito, rompe la asociación con un cambio físico en tu rutina. Por ejemplo, si siempre comes bocadillos mientras miras televisión, muévete a una silla diferente a la habitual. Reemplaza tu tazón habitual de helado con fruta congelada, un helado bajo en calorías o yogur griego para que puedas seguir comiendo bocadillos sin sentirte culpable.
6. CONCIENCIA DE LA COMIDA
Solo ver comida puede aumentar la liberación de dopamina, que impulsa el centro de recompensa y placer en el cerebro y el hambre. A veces está fuera de tu pensamiento, fuera de tu mente, pero si estás justo frente a ti todo el día, tiende a desgastar tu fuerza de voluntad. Si tienes comida chatarra en casa, asegúrate de que sea a puerta cerrada para que no tengas esa tentación visual.
7. EFECTOS SECUNDARIOS DE MEDICACIÓN
Ciertos medicamentos como las hormonas o los con fines psiquiátricos o las convulsiones podrían aumentar tu apetito. Si has ganado peso después de comenzar una nueva receta, es posible que desees hablar con tu médico.
8. CAMBIOS HORMONALES
Hay una razón detrás de ese cliché de que es esa época del mes y las mujeres buscan ciertos alimentos. Se trata de las hormonas, las cuales impactan nuestros niveles de hambre muy directamente. Si tienes un período regular, intenta planificar con anticipación para prepararte para esos antojos. Abastécete de alimentos saludables en lugar de convertirlo en tu fin de semana de horneado en casa, y trata de hacer más actividad física y dormir.
9. NOSTALGIA
Rehacer una receta de la infancia de cuando visitaste a tus abuelos podría llevarte a comer en exceso. Una poderosa razón por la que la gente come es por nostalgia, ya que es una emoción maravillosamente complicada: podrías sentirte feliz y alegre, pero triste y arrepentido. Siéntete libre de disfrutar de ese pollo frito o pastel de vez en cuando, pero no te excedas.