Consumo y Producción
Argentina Celebra el Día Internacional del Dulce de Leche
La tradición y el sabor de este manjar influyen en el lenguaje y la cultura de América Latina.
Este miércoles, Argentina conmemora el Día Internacional del Dulce de Leche, un producto que ha sido honrado como “Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina”. La iniciativa, establecida por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche a fines de 1998, busca promover su consumo y producción, consolidándolo como un símbolo culinario argentino a nivel mundial.
El dulce de leche se elabora mediante la lenta cocción de leche con azúcar a altas temperaturas, un proceso que reduce la leche y carameliza el azúcar. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Argentina produce anualmente más de 100,000 toneladas de dulce de leche. Considerado el cuarto producto lácteo más consumido en el país, después de la leche, el queso y el yogur, cada argentino consume más de tres kilos al año en promedio. En 2023, el dulce de leche experimenta un crecimiento del 18% en el país en comparación con el año anterior, reflejando su creciente popularidad.
El dulce de leche, es versátil y delicioso, lo que lo convierte en un ingrediente esencial en la repostería y la producción de helados. Su influencia trasciende las fronteras argentinas, ya que en toda América Latina se le conoce con diferentes nombres y variantes lingüísticas. Desde el “arequipe” en Colombia hasta la “cajeta” en México, pasando por el “manjar” en Chile, el dulce de leche ha forjado un vínculo lingüístico y cultural que une a personas de diferentes orígenes en la región.
Esta delicia argentina ha sido apreciada en múltiples culturas ancestrales, algunas de las cuales lo consideraban beneficioso para prevenir enfermedades.