Salud

Ayuno intermitente: ¿Moda o trastorno alimenticio?

Esta es una práctica que está marcando una nueva tendencia como habito alimenticio para bajar de peso. La importancia de una nutricionista y conocer los posibles riesgos que puede acarrearnos.

El ayuno intermitente, una práctica que viene marcando tendencia desde hace unos años, es desaconsejado por especialistas en nutrición, quienes consideran que puede desatar trastornos alimenticios y no ser saludable

Entre las dietas para perder peso, el ayuno intermitente asoma en boca de famosos de Argentina, como Graciela Alfano y Mariano Martínez, y hasta de estrellas de Hollywood como Jennifer Aniston, que se declararon adeptos a esta costumbre en su vida cotidiana.

Caso Argentino

Laura Malvina, de 63 años, vive en San Martín y realiza ayuno intermitente hace tres meses, durante seis días a la semana. "Lo conocí buscando una dieta que se adapte a mí. Siempre hice dietas y tuve problemas con el sobrepeso, escuché sobre esto y lo busqué por Internet", contó Laura, que lo hace "de manera intuitiva" y por Youtube, sin el acompañamiento de un nutricionista.

Su rutina: 20 horas sin comer, una "ventana" de cuatro horas para un desayuno y almuerzo. Luego sólo ingiere líquidos como infusiones y jugos. Solo la deja para un evento especial

"No extraño mi manera de comer anterior. No solo veo resultado en el peso sino noto una sensación linda en el cuerpo, como que me conecté con la espiritualidad. En las religiones se habla mucho del ayuno y ahora entiendo por qué", dice Laura, que empezó a adelgazar y afirma que no paró y además lo sostuvo.

¿Contraindicado?

La Organización Mundial de la Salud y los nutriocinistas, desaconsejan esta práctica, que no la incluye entre sus recomendaciones para prevenir la obesidad y otras enfermedades crónicas.

Además no anda con vueltas: "No hay evidencia científica de que la gente que lo hace tiene una pérdida significativa de peso mayor que con cualquier plan de alimentación hipocalórico tradicional".

"El ayuno intermitente es una modalidad de alimentación y restricción alimentaria. Hay ayunos de 12 horas, 16 y hasta 24. También con días alternos de ayunos e ingestas a libre demanda", dice Silvina Tasat, licenciada en nutrición y vocal titular del Foro de la Alimentación, la Nutrición y la Salud (Fanus).

Sobre los ayunos, dijo que “existen desde tiempos inmemoriales, tienen que ver con la espiritualidad y lo religioso", pero afirmó: "No tienen que ver con la pérdida de peso".

Además, precisó que tener ayunos de 24 horas "no son fáciles de sostener" porque los alimentos son el "combustible" de nuestro organismo y que "no hay evidencia científica de que la gente que lo hace tiene una pérdida significativa de peso mayor que con cualquier plan de alimentación hipocalórico tradicional y las experiencias particulares no se pueden extrapolar a la población en general"

"Hacemos ayuno fisiológicamente todas las noches al dormir", sostuvo Tasat sobre las horas en que el cuerpo procesa lo ingerido durante el día, y destacó que por eso "el desayuno es cortar con el ayuno". El problema con este tipo de alimentación es que si hay algún trastorno alimentario, puede "exacerbarlo" y convertirse en "una práctica peligrosa" que no crea hábitos de alimentación saludable.

Para Tasat, "las experiencias particulares no se pueden extrapolar a la población en general".

Según datos de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba), casi un 15% de la población argentina tiene algún trastorno alimentario. Analía Yamaguchi, médica clínica especialista en nutrición y secretaria de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), detalló que "estas dietas de moda para perder peso pueden exacerbar los trastornos de alimentación como la bulimia y anorexia, o llevar a atracones. Son dietas que no se sostienen en el tiempo y los pacientes no bajan más de peso que con una dieta donde le enseñás a la persona a tener una alimentación saludable", explico, y aclaró: todo plan de alimentación debe respetar cuatro leyes: cantidad, calidad, armonía y adecuación.

También Yamaguchi indicó que el ayuno intermitente lleva a la persona a desnutrirse y cuando bajan muchos kilos "de golpe" no solo pierden grasas sino músculos, lo que hace que el cuerpo saque las proteínas del tubo digestivo o hueso, generando osteoporosis.