Música

Carlos Ferreyra: “Contra la nostalgia es un disco que nosotros estábamos esperando”

En diálogo con este multimedio, el poeta lanza su producción más reciente y revela los detalles.

Definido como poeta y cantor, Carlos Ferreyra tiene una vasta trayectoria en el arte popular y es por ello que fue entrevistado por este multimedio.

—¿Qué características tiene este trabajo?

—La improvisación, la exploración del sonido, la intensidad del repertorio, la unión de una voz y un piano son los argumentos estéticos y conceptuales del disco. Las obras elegidas tienen por objetivo resaltar al hombre con sus preguntas, con sus respuestas, con sus recuerdos, sus trabajos, con sus dolores, sus esperanzas, sus alegrías. Mediante la poesía y la música nombrar y rendir homenajes: al trabajador rural, al hachero, a la madre tierra, a nuestros desaparecidos, al amor. Tamizamos muchas veces con Nahuel hasta llegar a esta elección. Él es el creador de los arreglos y de la dirección de este trabajo que en mi caso es el disco soñado: sin palmas, intimista, sin estridencias, para escuchar en silencio. Recitando y cantando, dejando constancia de lo que pensamos y amamos. Contra la Nostalgia es un disco que nosotros estábamos esperando y vino a nuestro encuentro.

—¿A qué se debe su título?

—El nombre me atrapó hace muchos años al asistir al “Encuentro de Pensamiento Latinoamericano” ocurrido en noviembre del 90 en Mendoza durante varios días. Las ponencias, debates, mesas redondas, talleres, clases magistrales, etc, estaban impresas en un voluminoso programa con las aulas y los horarios donde se realizarían. Nosotros leíamos para elegir dónde ir, éramos un grupo de estudiantes de filosofía de la Universidad de Río Cuarto. Si el nombre me impactó, su contenido al escucharlo en boca del autor fue aún mayor; revelador, potente y maravilloso su mensaje me enseñó para siempre q hay q llamar el alma para venga con uno y así vivir enteros. Una costumbre rural ancestral venía a darme la solución para recuperar mi alma que había quedado en banda norte, en aquella casita donde fui feliz.

—¿Cómo te definís en este oficio?

—No soy poeta, no escribo poesías, solo recito obras de otros/as, pero creo en lo que leí por ahí: “La poesía no se crea, se atrapa”, desde ese punto de vista ando siempre viviendo como poeta. Recito y canto desde niño, con pantalones cortos en la escuela primaria cantaba la canción del globo rojo que era de una película de aquellos años, también recuerdo recitarle a la Virgen de la Merced con un ramo de flores entre las manos. En La Rioja es tradición recitar, narrar, contar, decir poemas. En toda reunión, asado, fiesta, hay siempre alguien q pueda decir un verso, una copla, como la que dice: “Cajita cuando yo muera vélame con las estrellas, soy amante de la noche, la noche eterna me espera”. Me hice escuchando recitar a Luis Landrisina, Chito Zeballos, Ramón Navarro, David Gatica, recitadores camperos y la obra de José Larralde, a Toto López, Pimpe González, (mago narrador contando historias alucinantes), el changuito Joaquín Vilte, la Bruja Salguero y la Gloria de la Vega. Fue fundamental para el cantor que soy haber conocido en la adolescencia a Luis Chazarreta. Su arte y su exquisito acompañamiento forjaron también mi mundo musical que se abrió como un abánico, ya que su papá, Nacho, y el propio Luis, me develaron maravillas insospechadas. Fue el canto en los años del horror el que nos acompañó y nos salvó para seguir viviendo, las canciones fueron maderos donde asirnos y resistir y comunicar y sobrevivir. Muchos cantores riojanos me componen: Katinga Gómez, Pancho Cabral, Copito Molina Torres, Nino Fuentes, Nicolás Carri, tantos otros. Todos y todas cantan bien en mi tierra. Cantar y recitar conviven en mí armoniosamente, son un complemento. Casi todas las experiencias de la vida son canciones o poemas, son como remedios para los dolores del alma. Después de recitarle un poema, el 4 de agosto del año 2005, en Chamical, fue que el Presidente Néstor Kirchner me invitara al Salón Blanco de la Casa Rosada.

Los próceres a seguir

—¿Cuáles son tus referentes?

— Mis referentes poéticos son muchos, son todos los que tocaron mi alma con sus palabras de agua: Eloy López, José Paredes, Lucía Carmona, Ariel Ferraro, el Gran Daniel Moyano, Ariel Petrocelli, Manuel Castilla, Glauce Baldovin, Luis Franco, Tejada Gómez; Hamlet Lima Quintana, Pablo Neruda, Witman, Nazim Hikmet, Pedroni, Juanele Ortiz, Eladia Blázquez, María Elena Walsh, Violeta… La lista continúa y es de todos los palos.