ENTREVISTA

“Como cantautora me doy la libertad de pasearme por diferentes ritmos y estilos”

Así lo afirma la cantante colombo-irlandesa Katie James días antes de llegar por primera vez a La Plata con su música de tintes folclóricos y latinoamericanos. En diálogo con Hoy, anticipa lo que será parte del show

Katie James nació en Irlanda –sus rasgos anglos bien marcados la delatan- pero creció entre las montañas colombianas de Tolima. Y fue allí donde empapó su corazón y su oído de, sobre todo, el folclore latinoamericano; ese que pisa fuerte en sus cuatro discos solistas que lleva editados hasta el momento. En 2019 su canción Toitico bien empacao puso a girar por casi todo el mundo un ritmo como el bambuco, tonada típica de Colombia. Además de compartir escenario con, por ejemplo, Camilo y Monsieur Periné, en 2022 fue invitada por Carlos Vives a componer e interpretar junto a él la canción En la selva, otro bambuco que la ubicó en los oídos de mucha gente.

Su último trabajo, Humano (2021), y Versos para no olvidar, una selección de canciones que le hacen homenaje a la música de su tierra adoptiva y de pronta publicación es justamente la que la trae por primera vez al país, con una gira intensa y variada. Hoy estará acompañando a la Bomba de Tiempo en Buenos Aires y el jueves 17 a las 21 desembarcará con sus cumbias, valses criollos y bambucos en La Plata, en el Teatro Metro (4 e 51 y 53). En esta charla con diario Hoy cuenta parte de su historia y de sus canciones.

—Naciste en Irlanda, pero viviste y te criaste en Colombia; dos culturas, dos países que se pueden pensar como antagónicos. Con todo lo andado, ¿cómo creés que, finalmente, repercutió eso en tu música?

—Yo crecí escuchando música tradicional irlandesa, folk anglo, rock and roll, y paralelamente música campesina colombiana. Cuando empecé a componer mis primeras canciones lo hacía desde un lugar tan intuitivo que nunca me detuve a pensar en cuáles eran los elementos de aquí o de allá que estaba incorporando. Después, con un poco más de análisis, vi que estaba usando un poco de todo. Y como cantautora me doy la libertad de pasearme por diferentes ritmos y estilo. En mis canciones puedes encontrar un country, un bolero, un bambuco o un aire de milonga. No hay límites en cuanto a los ritmos. Y sigo explorando.

—¿Recordás esa primera canción, ese primer disco o ese primer artista del folclore latinoamericano que te deslumbró?

—Creo que Silvio Rodríguez fue el primer artista latinoamericano que me deslumbró, porque lo descubrí en mi adolescencia cuando estaba estudiando guitarra. Escuchar un acompañamiento de guitarra tan elaborado detrás de cada canción cambió mi concepto de lo que puede ser cantar en este formato tan pequeño, pero tan versátil, que es, con el que ahora viajo por el mundo tocando

—Es tu primera vez en la Argentina y has dejado en claro que hay un vínculo muy fuerte con la música de acá. ¿Qué es lo que resuena en vos de estos artistas argentinos?

—Durante mi vida escuché mucha música argentina. Tango, rock y zamba. Mercedes Sosa se metió en mi pecho y allí se quedó. Para mí ella es el ejemplo de la entrega absoluta a cada interpretación. El Dúo Salteño me deja fascinada por el trabajo de voces, que es como un juego constante de interacción entre ellos y con la canción.

—Latinoamérica tiene grandes cantoras: Mercedes, Violeta Parra, Chabuca, las cantoras brasileñas, Totó. ¿En tus discos siempre está presente esa tradición?

—Cuando hago un disco no estoy pensando directamente en la tradición ni en ninguna artista en particular. No quisiera sentir que estoy copiando o tratando de buscar el sonido de otra. Yo hago canciones, que nacen por la necesidad de comunicar algo que siento. Lo que sí es cierto es que la música que escuchas y que te conmueve termina calando en tu sensibilidad, y esa sensibilidad después se ve reflejada en lo que haces. Para estas grandes cantoras hay una admiración profunda, un respeto y un agradecimiento eterno.