Estilo de vida

¿Cómo responde el organismo ante la felicidad?

La felicidad es la emoción de no necesitar nada, disfrutar el presente con lo que tenemos, valorar estar vivos y respirar.

Las emociones y el cuerpo están más vinculados de lo que creemos. Cada emoción genera una onda expansiva de destrucción, degeneración y depresión, si se trata de una emoción negativa. Y si es positiva, generará reconstrucción, regeneración y bienestar.

Entonces, hay que cuidar las emociones, ya que son las mensajeras enviadas a cada célula para comunicar si debe seguir multiplicándose y preparándose, o justo lo contrario. Por tanto, debemos vigilar los mensajes que enviamos al cuerpo.

La felicidad es la emoción de no necesitar nada, disfrutar el presente con lo que tenemos, valorar estar vivos y respirar. Todo lo otro que nos cuenten es aprendido socialmente, para nunca estar contentos, ya que siempre faltará algo. Y eso nos hará infelices y generará emociones negativas.

Hay que recordar que las emociones se generan por dos únicas vías: los hechos y las palabras. Los hechos son las cosas que nos pasan, y las palabras, la forma en que nos los contamos.

Las emociones positivas generan: mejor trabajo del sistema inmunológico, menor gasto de energía por el cerebro, menos producción de toxinas, regulación de los biorritmos biológicos y el ritmo circadiano, mejor etapa de sueño profundo, mejora los síntomas de enfermedades degenerativas, nos hacen sentir menos dolor y se repara mejor el ADN. También, nos salen menos arrugas, aumentamos mejor la masa muscular, quemamos mejor la grasa y el funcionamiento de la insulina es mucho mejor.

Claves para ser felices:

-No perder la ilusión nunca

-No alejarse de los amigos de toda la vida

-No priorizar el trabajo antes que la familia, el amor y la salud

-No llegar a la fatiga mental o física

-Eliminar o minimizar las situaciones estresantes

-Escoger bien a la pareja. No solo por el aspecto físico, sino por el intercambio emocional

-Luchar cada día, pero ser feliz con lo que se tiene

-No dejar de superarte y actualizarte para siempre estar activo

-Hacer un balance sobre si lo que hacemos nos gusta en verdad

-Complacerte a ti mismo. No esperes a que nadie te premie

-Si te han pasado cosas malas, como divorcio o fallecimiento de familiares, recordar lo bueno que obtuviste y lo que te enseñaron

-No confiar en las redes sociales, ya que están llenas de infelices que simulan no serlo.

-Busca una afición. Nunca es tarde para aprender o desarrollarla

-Haz el ejercicio de reír para activar los receptores cutáneos y enviar el estímulo al cerebro

Hay que ser egoísta con nuestra felicidad y no dejar que nadie nos la corte o robe. Así viviremos mejor, más sanos e ilusionados.