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Comportamiento felino: cuál es el lugar ideal para colocar el agua de tu gato

Los gatos son animales meticulosos y sensibles a su entorno. La ubicación del bebedero influye directamente en su hidratación, bienestar y comportamiento diario. Colocarlo en el sitio incorrecto puede generar rechazo y, a largo plazo, complicaciones urinarias o renales.

Los gatos son conocidos por su carácter selectivo y por mantener rutinas muy marcadas. Esa selectividad también se extiende a la forma en que beben agua, un hábito indispensable para prevenir enfermedades y garantizar su bienestar.

A diferencia de otros animales, los felinos no suelen hidratarse con frecuencia y cualquier incomodidad, ruido o mala ubicación del bebedero puede desmotivarlos a tomar lo que necesitan.

Uno de los errores más comunes que señalan veterinarios y especialistas en comportamiento felino es colocar el agua junto a la comida. Los gatos, por instinto, evitan las fuentes de agua demasiado próximas al alimento porque pueden percibirlas como contaminadas, un comportamiento heredado de sus antepasados cazadores. Esa cercanía puede provocar rechazo y reducir aún más su ya moderado consumo.

Otra mala práctica es ubicar el plato de agua cerca de la caja de arena. Los felinos rehúyen comer o beber cerca de la zona donde hacen sus necesidades, por lo que situar el bebedero en ese sector de la casa suele derivar en incomodidad y menor hidratación.

También influyen factores como el movimiento constante o los ruidos bruscos: pasillos, entradas y áreas de circulación continua pueden ser lugares poco adecuados, ya que los gatos buscan tranquilidad para beber.

Según expertos en bienestar animal, lo ideal es elegir un espacio silencioso, alejado del tránsito y donde el gato pueda acceder con facilidad en todo momento. Las casas grandes o con varios pisos se benefician de tener más de un bebedero distribuido estratégicamente, lo que aumenta la probabilidad de que el animal beba lo suficiente a lo largo del día.

Además, muchos gatos muestran preferencia por el agua en movimiento, porque la asocian con frescura y limpieza. En ese sentido, las fuentes automáticas se han convertido en una opción recomendada: estimulan el interés del animal, promueven una hidratación constante y ayudan a prevenir afecciones urinarias o renales, especialmente en gatos mayores o con antecedentes de deshidratación.