Salud

Consejos para un bienestar físico y mental

Para conseguir un balance emocional y una buena salud mental, ofrecemos algunos consejos que pueden ayudar.

En la sociedad actual todo se mueve muy rápido y en ocasiones no hay tiempo de pensar si nuestro estilo de vida y nuestros hábitos nos ayudan a encontrarnos mejor. Ofrecemos algunos consejos de salud que ayudan a reflexionar y mejorar los hábitos de vida.

Mantenerse saludables va mucho más allá de la ausencia de enfermedades y tiene mucho que ver con acciones que están bajo nuestro control, como por ejemplo hábitos relacionados con la alimentación, el deporte, el sueño o la higiene.

Los primeros consejos son no fumar para evitar numerosas patologías desde las cataratas oculares hasta el cáncer, cuyo riesgo se dobla en quienes tienen este hábito, y llega a cuadruplicarse en los fumadores empedernidos. Además, es responsable de más del 90% de muertes por enfermedades de obstrucción pulmonar crónica y aumenta el riesgo cardiopatías y problemas cerebrovasculares.

Otra recomendación es ser cautelosos con el consumo de bebidas alcoholicas para evitar efectos nocivos que están asociados a más de 200 patologías y al desarrollo de trastornos mentales y del comportamiento.

Es muy beneficioso en la salud mantener una dieta equilibrada considerando que somos lo que comemos. Porque la alimentación de forma adecuada tiene un gran impacto en nuestra calidad de vida. Significa aportar a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita para su funcionamiento óptimo y, además, nos ayuda a mantenernos en nuestro peso, lo que reduce el riesgo de enfermedades como la obesidad y los riesgos asociados a ella como enfermedades  cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o el colesterol alto. Incluir a diario variedad de frutas, vegetales y granos integrales como base de la alimentación. 

Beber agua ayuda a eliminar toxinas, a la digestión y evita el estreñimiento. Un consejo que puede serte útil es añadir a tu botella de agua unas rodajas de pepino o limón, que darán sabor al agua y te hará más fácil beberla.

Sustituir las grasas trans y saturadas por las poliinsaturadas como el salmón, los aceites vegetales, las nueces o algunos tipos de semilla. 

Hacer deportes  es uno de los pilares de los estilos de vida saludables y está al alcance de cualquiera. Practicar diariamente una actividad física moderada y a largo plazo, como puede ser caminar a buen ritmo durante 30 minutos, tiene numerosos beneficios para la salud. La actividad física ayuda a mantener el peso, contribuye a controlar el nivel de azúcar en sangre y reduce el riesgo de enfermedades coronarias. Además, favorece la calidad del sueño, reduce el riesgo de muerte prematura, aumenta la autoestima y mejora la depresión. 

Es muy importante mantener una buena higiene personal y limpieza del hogar. Lavarse las manos cuando uno llega a la casa, antes de comer y luego del contacto con animales. Dúchate diariamente, para controlar los gérmenes que puedan afectar a tu piel. 

Además, varias investigaciones señalan la importancia de dormir de forma adecuada para evitar el riesgo de obesidad, infecciones y enfermedades coronarias. Las recomendaciones generales para un buen descanso dependen de la edad y se considera:

Recién nacidos hasta 3 meses: 14-17 horas. 

Bebés de hasta 11 meses: 12-15 horas.

Niños de hasta 2 años: 9-15 horas. 

Niños de hasta 5 años: 10-13 horas. 

Niños de hasta 13 años: 9-11 horas. 

Adolescentes de hasta 17 años: 10 horas diarias. 

Adultos: 7-9 horas diarias. 

Adultos mayores de más de 65 años: 7-8 horas diarias. 

Para poder dormir mejor se recomiendan algunos hábitos como buscar un horario regular para ir a la cama y levantarse; vincular alguna rutina al momento de ir a dormir que pueden ser acciones sencillas como lavarse los dientes, tomar un baño o leer; practicar ejercicio físico pero no antes de ir a dormir; no tomes estimulantes como café u otras bebidas con cafeína a partir de las 4 de la tarde y dormir con ropa cómoda, en una habitación oscura y silenciosa. 

Por último, cuidar la salud mental y la física están estrechamente vinculadas, pues si una no es buena repercutirá negativamente en la otra y viceversa. Sabemos que el estrés está asociado a un estilo de vida menos saludable, propiciando adicciones al tabaco y al alcohol, y una peor alimentación. Sugerimos:

Los humanos somo seres sociales, así que fomentar y cuidar las relaciones interpersonales con familia y amistades. 

Aprende a pedir ayuda cuando se necesita.

Descansar, comer bien y hacer deporte, por todos los beneficios que, como ya hemos explicado conllevan. 

Valorarse y aceptrse tal como eres. 

Dedícate unos minutos al día.

La meditación es un buen recurso para mejorar el bienestar mental. 

Fija uno o varios propósitos vitales, pues tener una motivación a largo plazo favorece la salud de la mente.