ART COLOGNE
Criptoarte: los NFT llegaron a las exposiciones
Las personas que compran este nuevo estilo de arte se caracterizan por ser coleccionistas, especuladores, programadores, entre otros.
Algunos hombres trepándose a las paradas de colectivo se pueden ver en iPads. Sobre esas pantallas se ven manchas de colores de pintura al óleo moviéndose que logran fusionar el arte digital y el clásico. Esto se puede ver en la pared de un stand de la feria Art Cologne, junto con obras de artistas consagrados.
Erik Schmidt sacó fotos durante una manifestación del movimiento Black Lives Matter, después las pintó y las animó, pero como NFT o un token digital, según informó Vera Gliem, la propietaria de la editorial especializada Provinz Editionen de Bochum y Berlín. Un NFT (por las siglas en inglés de “Non-fungible Token”, token no fungible) es un archivo protegido que se basa en la arquitectura de la cadena de bloques (blockchain), o sea, una lista ampliable de registros de datos.
Por lo tanto, este token único está unido a la obra y protegido a través de la tecnología blockchain. Por lo que quien lo compre será el dueño del certificado de autenticidad de un archivo. Si bien las imágenes podrán seguir siendo accesibles vía Internet, solo una persona tendrá el original. Esta tecnología es furor desde comienzos de año en el mercado del arte y es una de las tendencias del año.
Un NFT de Mike Winkelmann, conocido como Beeple, fue vendido en una subasta de Christie’s en Nueva York por casi 29 millones de dólares. Lo que coloca a los NFT a la misma altura de las cotizaciones de las grandes obras del arte clásico. Por ejemplo, pocos días después subastaron una obra de Frida Kahlo y la pagaron en 35 millones de dólares.
Johanna Neuschäffer, de la Galería Office Impart de Berlín, declaró que la llegada de la ola cripto iba a suceder. En su opinión, la tecnología blockchain democratiza el sector de las finanzas y el mercado del arte. “El auge del arte digital comenzó sin embargo mucho tiempo antes, en los años 80 y 90″, señaló porque la tecnología cripto sumó un nuevo medio simplifica el comercio.
Una de las ventajas de los NFT es que no se pueden falsificar debido a que los precios y las transacciones son visibles y transparentes. Y, si la obra se revende, los artistas pueden seguir ganando dinero en caso de que la obra se revenda.
Según la historiadora de arte este es un “momento emocionante en la historia”. Según el experto en blockchain Hilmar Orth “esto es algo totalmente nuevo” aunque advierte que hay una determinada burbuja especulativa “que tarde o temprano estallará”.
Las personas que compran este nuevo estilo de arte se caracterizan por ser coleccionistas, especuladores, programadores, entre otros. Claro que el mercado de capitales no se salva de los NFT. “La gente no solo quiere arte en sus paredes, sino también en sus teléfonos celulares”, admitió Neuschäffer.
Orth cree lo mismo: “En 2021, el mayor símbolo de estatus es poseer un NFT de medio millón y tenerlo como imagen de perfil en Twitter” dijo en clara referencia al comediante de Estados Unidos Jimmy Fallon.
Según la galerista Neuschäffer y el experto en criptotecnología Orth no serán un peligro para las galerías de arte.
El criptoartista Guillermo Carrasquero considera que es un proceso de “descentralización del poder”. Según él, ahora las masas definen lo que es el buen arte, mientras que antes ese poder lo tenían los galeristas y coleccionistas. Por eso lo define como una nueva era.
Anneli Botz, directora de la galería König de Berlín, considera que durante la pandemia la vida analógica se paralizó y la situación permitió el florecimiento del mundo digital.