Salud

Drogas y alcohol: Argentina es el segundo país de mayor consumo en la región

Un informe realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) muestra el aumento del número de casos en el país en comparación con América Latina. Toma como muestras sustancias legales e ilegales como alcohol, cocaína, marihuana, éxtasis y psicofármacos entre otras.

Las drogas son nefastas para la salud psicológica y física de cualquier persona y el consumo de drogas psicoactivas que abarca las legales que incluyen al alcohol, la cafeína, la nicotina, la marihuana, psicofármacos y ciertos medicamentos para aliviar el dolor como podría ser la morfina entre otros y las muchas drogas ilegales como la heroína, el LSD, la cocaína y las anfetaminas por mencionar algunas.

Argentina tiene una alta prevalencia de consumo de drogas en el contexto de América Latina y el mundo. El trabajo publicado en la revista indexada al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) enviado por la UCA, se propuso investigar con evidencias el consumo problemático de sustancias psicoactivas y los abordajes de tratamiento en Argentina desde una perspectiva global.

Las estadísticas analizadas en el trabajo de la UCA muestran el alto consumo de drogas ilícitas en Argentina en comparación con otros países de América Latina y en particular la alta prevalencia de consumo y dependencia de la cocaína.

En el escenario que describe el estudio prevalenten los sectores de nivel socioeconómico más alto pero los trastornos de consumo son más prevalentes en las personas de menor nivel socioeconómico en los barrios vulnerables y solo una fracción de los argentinos en situación de consumo problemático los recibe.

Las drogas psicoactivas representa un grave problema para la salud de las personas y también para el ámbito familiar que conlleva consecuencias en lo social. Las drogas, sea cocaína, marihuana, sustancias de diseño o, incluso alcohol, pueden provocar dependencia física y psicológica, lo que implica un fuerte deseo de consumir la sustancia y dificultades para dejarla.

Problemas severos respiratorios, cardiovasculares, hepáticos, renales y neurológicos, son algunas de las consecuencias que provoca en el organismo el consumo problemático de drogas. Además, los expertos advierten que el consumo puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como el VIH-Sida o hepatitis, por el uso compartido de jeringas y/o por las conductas sexuales de riesgo que se encuentran asociadas.

El estudio mostró que Argentina tiene una alta prevalencia de consumo de drogas psicoactivas en comparación con los otros países de América Latina, lo que posiciona al país en segundo lugar luego de Uruguay que está primero en el podio regional.

La droga más consumida en la región es la marihuana tiene en el podio de mayor consumo a Uruguay (14,6%), Chile (13,33%) y Argentina (8,13%), mientras que el promedio de la región es de apenas 3,8%.

En cuanto a la cocaína, Uruguay (2,1%) es seguido por Argentina (1,67%), Chile (1,42%) y Brasil (1,0%), con una media regional de 0,37%.

El consumo de alcohol, cannabis y cocaína, ubica en una situación más cercana a las regiones del mundo con mayor prevalencia de consumo, que son América del Norte y Oceanía, que a las regiones de prevalencia baja.

En 1999, uno de cada diez argentinos había consumido alguna sustancia al menos una vez en su vida y un 2,9% en el último mes. Pero en 2017 se pudo observar casi una duplicación de ambas tasas, que llegaron al 18,3% quienes lo hicieron al menos una vez en su vida, y al 5,7% durante el último mes.

En Argentina, al igual que en las otras regiones del mundo, la prevalencia de consumo y de dependencia de drogas ilícitas es más alta entre hombres que entre las mujeres. De todas maneras, la investigación mostró que, entre el 2010 y 2017, los varones duplicaron su consumo (5,6% a 11,5%) y las mujeres lo triplicaron (de 1,8% a 5,4%).

El consumo de alcohol afectación en la vida sexual y reproductiva. Uno de los más comunes es la disfunción eréctil. Beber alcohol, por encima del límite, dificulta la capacidad de tener o mantener una erección. El alcohol interfiere a nivel central del sistema nervioso, vía el sistema nervioso autónomo; que interviene en el llenado de sangre de los cuerpos cavernosos, lo que dificulta la erección.