Edad vs adn
Edad y estilo de vida vs ADN: cual importa más a la hora de envejecer
Un nuevo estudio indagó sobre si tiene más impacto nuestro ADN, o por el contrario la edad y el ambiente en el que transcurre nuestra vida.
Un estudio de la Universidad de California, que fue publicado en la revista Nature Communication, indaga respecto al rol de las diferencias individuales en nuestro ADN a medida que pasa el tiempo y nos volvemos propensos a enfermedades propias del envejecimiento, como la diabetes y el cáncer.
"¿Cómo influye su genética, lo que obtuvo de su donante de esperma y su donante de óvulos y su historial evolutivo, en quién es usted, su fenotipo, como su altura, su peso, si tiene o no una enfermedad cardíaca?", plantea Peter Sudmant, profesor asistente de biología integrativa de UC Berkeley y miembro del Centro de Biología Computacional. "Mucho se ha investigado para lograr comprender cómo la variación genética humana activa y desactiva los genes. Nuestro proyecto surgió al preguntar: '¿Cómo se ve esto influenciado por la edad de un individuo?' Y el primer resultado que encontramos fue que tu genética en realidad importa menos a medida que envejeces", aclara.
El ADN, menos importante que el paso de los años y el ambiente
En el estudio, que toma en cuenta los efectos relativos de la genética, el envejecimiento y el medio ambiente a la hora de estudiar cómo “se expresan” unos 20 mil genes humanos, los investigadores descubrieron que el envejecimiento y el medio ambiente son mucho más importantes que la variación genética.
Esto quiere decir que estas dos variables -el entorno y el paso de los años- tienen un impacto en los perfiles de expresión de muchos de nuestros genes a medida que envejecemos.
“El nivel en el que se expresan los genes, es decir, si la actividad aumenta o disminuye, determina todo: desde nuestros niveles hormonales y metabolismo hasta la movilización de enzimas que reparan el cuerpo”, explica el estudio.
Si bien nuestra composición genética individual puede ayudar a predecir la expresión génica cuando somos más jóvenes, es menos útil para predecir qué genes aumentan o disminuyen cuando somos mayores.
Para graficarlo, citan el caso de dos gemelos idénticos, que tienen el mismo conjunto de genes. Sin embargo, a medida que envejecen, sus perfiles de expresión génica divergen, lo que significa que pueden envejecer de manera muy diferente entre sí.
La Juventud, la Vejes y los Genes
La hipótesis de Medawar postula lo siguiente: los genes que se activan cuando somos jóvenes están más restringidos por la evolución, porque son fundamentales para garantizar que sobrevivamos para reproducirnos.
En cambio, los genes que se expresan después de alcanzar la edad reproductiva, están bajo una menor presión evolutiva.
Como conclusión, uno esperaría mucha más variación en cómo se expresan los genes más adelante en la vida.
“Todos envejecemos de diferentes maneras”, asegura Sudmant. “Mientras que los individuos jóvenes están más cerca unos de otros en términos de patrones de expresión génica, los individuos mayores están más separados. Es como una deriva en el tiempo a medida que los patrones de expresión génica se vuelven cada vez más erráticos”.
Teniendo en cuenta que este estudio es considerado “el primero en observar tanto el envejecimiento como la expresión génica en una variedad tan amplia de tejidos e individuos”, construyeron un modelo estadístico para evaluar los roles relativos de la genética y el envejecimiento en 27 tejidos humanos diferentes de casi 1000 individuos.
¿El resultado? El impacto del envejecimiento varía ampliamente (más de veinte veces) entre los tejidos. “En todos los tejidos de tu cuerpo, la genética importa en la misma medida. No parece que juegue un papel más importante en un tejido que en otro”, afirma el autor.
“Pero -contrapone-, el envejecimiento es muy diferente entre los diferentes tejidos. En su sangre, colon, arterias, esófago, tejido adiposo, la edad juega un papel mucho más importante que su genética en la conducción de sus patrones de expresión genética”, explica.