43 trillones de posibilidades

En Cubo Rubik también somos potencia

El país posee varios campeones sudamericanos y mundiales, que incentivan a miles de jóvenes a desafiar su cerebro con el armado en pocos segundos del juguete más vendido en la historia.

Seis lados con nueve cubos en cada uno de ellos y más de 43 trillones de combinaciones para armarlo en menos de cinco segundos.

Ese es el desafío de cientos de expertos en Argentina y miles más en el mundo en el armado del “cubo mágico” o cubo Rubik, que con 350 millones de unidades, es el juguete más vendido en el mundo. Su fama y devoción es tan grande, que hoy tiene torneos y campeonatos todas las semanas en alguna parte del globo.

Uno de ellos tuvo lugar este mes en la sede de la Universidad Torcuato Di Tella en el barrio porteño de Núñez, donde se llevó adelante el campeonato argentino de Cubo Mágico, organizado por la Agrupación Speedcubing Argentina que se encarga de la planificación de las competiciones de esta actividad en todo el país y que se encuentra bajo la órbita de la Asociación Mundial del Cubo (WCA), responsable de organizar los campeonatos a nivel mundial y de registrar los récords que se desarrollan en las diferentes categorías.

Más de 100 competidores de todas las edades y de seis países de la región, se acercaron hasta la Torcuato Di Tella para ganar y batir varios récords sudamericanos y mundiales. Sebastián Campanario, economista y periodista fue uno de los organizadores y también concursante del gran evento, que junto a su hijo de 14 años buscó desafiar a otros participantes.

 “Participaron 100 cuberos de 6 países de América latina en un evento único que se hizo en el país. Tuvimos récord de competidores y asistentes. Y por supuesto, en cuanto a la performance fue muy alta: Hubo récord mundial, dos récords sudamericanos en el armado del cubo a ciegas y otros récords nacionales, tanto para Argentina como para los participantes de Colombia, Perú, Uruguay, Brasil y Venezuela.

 “La Argentina es potencia mundial en cubos Rubik, especialmente en su armado a ciegas. Tiene a los mejores exponentes. Y además de ganar en varias categorías, tenemos un campeón mundial argentino en el dispositivo más difícil llamado Megaminx, que es un dodecaedro (12 lados) de 11 piezas cada uno”, explicó Campanario.

Este juego está construido con 50 piezas móviles (frente a las 20 del cubo clásico), y constituye un desafío supremo armarlo. Un trabajo que a Leandro Martín López de 19 años, solo le llevó 24.92 segundos, para convertirse en récord mundial. “Bajé la marca de 25.24 segundos que tenía el anterior récord. Fue un torneo muy divertido y con muchos participantes muy interesantes”, explicó Martín López, que contó que comenzó a jugar al cubo mágico de 3x3 (cubo Rubik clásico) cuando tenía 14 años y vio a su hermano armarlo.

“Estuve un año armando el 3x3 y luego busqué otros más desafiantes. Los hay de 4x4, 5x5 y más. Hasta que llegué al Megaminx, que es un desafío grande y más difícil. Me compré uno y empecé a practicar cinco horas al día para alinear los 12 lados en pocos segundos. Por lo general hay una forma de armado avanzado, pero yo sentí que se podía investigar más y hacerlo de mejor forma, es decir más rápido. El armado se divide en tres partes. La primera es la que más desarrollé. Empiezo siempre por la cara blanca e intento hacer cosas distintas y útiles en la estrategia para armarlo”, afirmó el reciente campeón.

 “Me gusta mucho el ajedrez también y encuentro en este juego una similitud, al pensar movimientos en adelante en forma anticipada. Allí entra la segunda fase, donde hay que reconocer algoritmos y distintas secuencias de movimientos. Busco ver el futuro de cada uno de otros movimientos y ver qué piezas pueden quedarme en mejor posición. En la última parte es más que nada estudiar algoritmos que ya están en Internet y memorizarlos para terminarlo de armarlo en forma rápida”, sostuvo Martín López, que busca sponsor para su próximo desafío: el mundial en Corea del Sur.

“Lamentablemente viajar para nosotros es muy caro y debemos pedir prestado a amigos o a la familia. Estoy muy entusiasmado en poder llegar a participar. Pero es difícil ir porque es muy lejos y costoso”, agregó.

Su amigo Guido Dipietro, de 22 años, es también otro de los récordman argentinos en cubos Rubik y uno de los delegados de la WCA, la asociación mundial detrás del fenómenos del cubo mágico. “Al mundial anterior fuimos 6 argentinos y nos volvimos con muchos récords. Si Leandro llega a poder ir, estoy seguro que va a ganar en la categoría Megaminx, porque es muy bueno”, indicó Dipietro, especialista en armado del cubo a ciegas.

 “La técnica del armado del cubo a ciegas es compleja. Primero debés sacar el cubo de un cobertor y estudiar cada uno de los lados. Luego lo apoyás en la mesa, te tapan los ojos con un antifaz y debés armarlo sin verlo. En cuanto se destapa el cubo, comienza a correr el tiempo. Yo hice récord sudamericano en 18.10 segundos en 2019. Hoy mi compatriota Manuel Gutman lo arma en 16 segundos. Impresionante”, precisó Dipietro, que espera ir en septiembre a Corea del Sur y participar en el campeonato mundial.

En el torneo realizado en Buenos Aires se disputaron competencias de las modalidades 3x3x3, Pyraminx (rompecabezas mecánico con forma de tetraedro), Clock (rompecabezas de dos caras, cada una de las cuales consta de nueve relojes), Skewb (rompecabezas mecánico tridimensional) y Megaminx.

Según los participantes, hay varios factores que inciden en el armado de un Cubo Rubik: la memoria, la velocidad y la técnica, la concentración, la relajación y la paciencia. “Este juego ejercita el cerebro. Mejora la actividad mental, la memoria, la reserva cognitiva, el aprender cosas nuevas. Es una buena actividad para hacer en cualquier edad, no solamente en la juventud. Justamente, muchas veces se proponen hacer más ejercicio físico en la adultez o tercera edad y no se habla de ejercicios mentales. El Rubik es una gran máquina de entrenamiento del cerebro”, sostuvo Campanario.

“Y por supuesto es clave en la niñez y adolescencia. Cuando vos tenés que el tiempo de atención en esas edades se acota a 8 segundos y luego buscan hacer otra cosa, tenés al cubo mágico que los hace concentrar hasta varias horas al día y les mejora el ejercicio mental y la memoria”, agregó el experto comunicador.

El último Mundial de Speedcubins se realizó en Australia en 2019. Hoy, los mejores speedcubers del mundo se están preparando para asistir al próximo que se llevará a cabo en septiembre de 2023 en Corea del Sur. Argentina tiene representantes sobresalientes com Leandro López para la categoría Megaminx; Bautista Bonazzola, en 3×3; Theo Goluboff, record nacional en 3×3 con un mano y Piraminx (tetraedro con 9 triángulos por cara), Manuel Gutman, record continental en armado a ciegas de varios tipos de cubos; y Guido Di Pietro para armado a ciegas y 3×3 en menos movimientos.

Un cubo lleno de magia

El cubo mágico fue inventado en Erno Rubik, un joven arquitecto y escultor húngaro de apenas 30 años que buscaba un método innovador para explicar mejor la matemática y geometría a sus alumnos universitarios de la Escuela de Artes Comerciales de Budapest en mayo de 1974.

Rubik generó un mecanismo de ejes que posibilitó que cada uno de ellos girara de manera independiente sin que el conjunto se desarmara. Tardó tres años en convencer a un fabricante de juguetes de avanzar con su idea de rompecabezas tridimensional, porque todos los que eran consultados le decían que era un dispositivo demasiado difícil, condenado al fracaso. Rubik lo patentó en 1980 para Ideal Toy Company, que lo empezó a vender en Estados Unidos y desde ahí se expandió por el mundo. En casi 50 años, el cubo hoy genera pasiones en todo el mundo y el desafío permanente de hacer en el menor tiempo posible.