epidemia
En una semana, creció un 40% la otra epidemia por mosquito: la chikungunya
Además del dengue, la fiebre chikungunya azota a 11 jurisdicciones del país y hay 915 infectados por el virus que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti.
No solo un brote de dengue está atravesando la Argentina. La fiebre chikungunya avanza también por varias jurisdicciones del país, lo que genera preocupación en las autoridades sanitarias.
Según publicó anoche el Ministerio de Salud de la Nación, hasta la Semana Epidemiológica (SE) 13/2023 se registraron en Argentina 915 casos de fiebre chikungunya de los cuales 348 no tienen antecedentes de viaje (adquirieron la infección en su jurisdicción de residencia), 306 se encuentran en investigación y 261 presentan antecedentes de viaje (importados).
La cantidad de 915 infectados abarca el período de análisis de esta edición es el comprendido entre la SE 31/2022 hasta la SE 13/2023 de la temporada 2022-2023. Pero un dato importante se desprende de este informe: la enfermedad creció un 40% respecto a la semana pasada. Hasta la SE 12/2023 se registraban en Argentina 657 casos de fiebre chikungunya de los cuales 244 eran autóctonos y 254 presentaban antecedentes de viaje (importados). Los demás 159 estaban en investigación.
Hasta el momento 7 jurisdicciones han reportado circulación viral autóctona de fiebre Chikungunya en su territorio: Buenos Aires, (Almirante Brown, Pergamino, Quilmes y San Martín); CABA, Córdoba (Córdoba Capital y La Calera), Corrientes (Paso de la Patria, Corrientes capital y San Luis del Palmar), Formosa (Tres Lagunas, Las Lomitas y Formosa Capital), Santa Fe (Rosario y Capital) y Chaco (Resistencia). Así mismo, se registran 49 casos notificados en la provincia de Misiones que se encuentran en investigación, a los que se suman un caso en Entre Ríos y otro en Santiago del Estero también en investigación. Por último, 10 jurisdicciones notificaron casos importados.
Los síntomas de la fiebre chikungunya comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es la aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular; de cabeza; náuseas; fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas (tanto de dengue como de chikungunya) es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y tomar medidas para evitar la picadura de mosquitos y de este modo impedir que sigan transmitiendo el virus.
“Hay que saber que el mosquito se infecta al picar a una persona que está cursando la enfermedad aguda, que es cuando tiene el virus en la sangre. Esta infección aguda puede no generar síntomas. Es muy importante que, si la persona sabe que tiene la enfermedad, se aísle en su casa con las puertas y ventanas cerradas, con aire acondicionado para evitar infectar a mosquitos, que luego irán a picar a otra persona. Ni el Dengue ni el Chikungunya se transmite de persona a persona. Necesita de este agente vector para hacerlo”, explicó a Infobae Cristina Freuler, médica infectóloga, jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán.
Medidas de prevención de dengue y chikungunya
La principal forma de transmisión de estas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la medida más importante de prevención de dengue y chikungunya es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores (baldes; palanganas; tambores; portamacetas; bebederos; botellas retornables, etc.).
Si los recipientes no pueden quitarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas, por ejemplo) o procurar que no acumulen agua dándolos vuelta; vaciándolos y cepillándolos frecuentemente, o bien poniendo los mismos al resguardo bajo techo. También es recomendable colocar tela mosquitera en las rejillas de desagües.
Es de destacar que el mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes, por lo que además se refuerza que es clave que, además de cambiar el agua con frecuencia si no se puede eliminar los recipientes que la contienen, es necesario cepillar el interior de las paredes para eliminarlos.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente siguiendo siempre las indicaciones del envase. Así mismo, se sugiere usar ropa de manga larga y colores claros. Para proteger a las y los bebés (que no pueden usar repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales (exterior).
La aplicación de insecticida mediante fumigación sólo sirve para eliminar mosquitos adultos siempre y cuando entren en contacto con el insecticida en el momento que es aplicado ya que el mismo no tiene poder residual y tampoco elimina formas inmaduras del mosquito (huevos, larvas y pupas); por lo que no es suficiente para controlar estas enfermedades si no se erradican los criaderos de nuevos mosquitos.
Por lo demás la fumigación está indicada sólo en situación de brote y bajo las indicaciones metodológicas de la normativa nacional vigente.