Ciencia

Exitoso estudio sobre el cáncer de colon logró que todos los pacientes se curen

Las pruebas fueron realizadas en 18 personas, quienes tomaron el mismo medicamento y se sanaron. Los profesionales piden más ensayos.

Luis A. Díaz Jr. del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, autor de un artículo publicado en la revista especializada New England Journal of Medicine que describe los resultados, dijo que no conocía ningún otro estudio en el que un tratamiento hubiera eliminado por completo la enfermedad. El cáncer de­sapareció en todos los pacientes y fue indetectable me­diante examen físico, endoscopía, tomografía por emisión de positrones (escaneos PET, como se le conoce), así como resonancias magnéticas. “Creo que es la primera vez que esto ocurre en la historia del cáncer”, contó Díaz.

Alan P. Venook, especialista en cáncer colorrectal de la Universidad de California en San Francisco, que no participó en el estudio, expresó que también creía que era una primicia. Es algo “inaudito”, afirmó. “Hubo muchas lágrimas de felicidad”, recordó Andrea Cercek, oncóloga del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering y coautora del trabajo.

El medicamento

Otra sorpresa, añadió Venook, fue que ninguno de los pacientes tuvo complicaciones clínicas sig­nificativas a los medicamentos como el dostarlimab, conocidos como inhibidores del punto de control.

El medicamento se administró cada tres semanas durante seis meses y costó unos 11.000 dólares por dosis. Este expone a las células cancerosas, lo que permite al sistema inmunitario identificarlas y destruirlas.

Aunque la mayoría de las reacciones adversas se controlan con facilidad, entre el 3 y 5% de los pacientes que toman inhibidores de puntos de control presentan complicaciones más graves que, en algunos casos, provocan debilidad muscular y dificultad para tragar y masticar. La ausencia de efectos secundarios significativos, dijo Venook, significa que “o bien no trataron a suficientes pacientes o que, de algún modo, estos tipos de cáncer son diferentes”.

La inspiración para el estudio de cáncer rectal surgió de un ensayo clínico que Díaz realizó en 2017, pero todos los cánceres tenían en común una mutación genética que impedía a las células reparar los daños en el ADN.