Entrevista

Gabriela Acher: “La risa es la verdadera fuente de la juventud”

La humorista, que vuelve a La Plata, también habló sobre la cultura de la cancelación, Woody Allen y mucho más.

La talentosa actriz nacida en Montevideo (Uruguay) se presentará el próximo viernes a las 20.30 en el Teatro Metro (ubicado en calle 4 entre 51 y 53) con ¿Qué hace una chica como yo en una edad como esta?, su último show. Con ella habló diario Hoy para saber más detalles.

—¿Cómo te sentís en la vuelta a los escenarios?

—Maravillosamente, ¿cómo me voy a sentir? Una alegría infinita de encontrarme con el público. Cuando anuncié en redes la vuelta, todo el mundo me decía lo mismo: Necesito reirme. Tras lo que pasamos, con la angustia que nos dejó en la mente, la risa es salud. Es una alegría tan grande volver a reírnos con la gente, en un teatro lleno. La risa es más sanadora que cualquier otra cosa porque estamos golpeados.

—¿Fue complicado seguir conectada con la risa en pandemia?

—El primer tiempo me resultó igual de espantoso que a todo el mundo. Empecé a reconectar cuando pude empezar a salir a andar en bicicleta, y eso me comenzó a recuperar el cuerpo, la alegría, la endorfina. Este año tuve que ir a Uruguay por algunas cuestiones familiares y me quedé allá; me di las dos dosis de la vacuna, que me tranquilizó bastante. Allá en Punta del Este, que es todo abierto, hay poca gente y no se sentía tanta presión por el Covid-19. Estuve cerca del mar, respiré mucho y me recuperé. En diciembre volveré para darme la tercera dosis.

—¿Qué hace una chica como vos en una edad como esta?

—(Risas) Te digo que se jode. La propuesta del espectáculo es que las nuevas generaciones, a fuerza de risas, más que sus madres y abuelas, lograron retrasar el gen del envejecimiento veinte años. Los 60 son los nuevos 40.

—El humor siempre permite seguir adelante

—No sé qué podríamos hacer sin él, y por suerte en la Argentina está el mejor humor del mundo. Cuando sucede algo, a los minutos tenés 20.000 memes hechos por la gente, su sabiduría. El humor es la forma amable de la desesperación, decía Groucho Marx.

—Nombrás a Groucho, pero ¿tuviste otros referentes en el humor?

—El principal fue Woody Allen. Me permitió reírme de mi mamá, de mí misma, del judaísmo, me dio muchos permisos. Tengo muchas influencias desde mis épocas de

Telecataplum y siempre traté de honrarlas, adaptándolo a mi época y mi feminismo. Ni hablar de Antonio Gasalla, Tato Bores, muchos.

—¿Cómo ves la cultura de la cancelación?

—Es muy duro y muy difícil separar al artista de su obra. Yo por ejemplo no quiero escuchar más a Michael Jackson; he visto documentales sobre él, con testimonios de hombres que fueron abusados por él de niños, que cuentan cosas horrorosas. En cuanto a Woody Allen, no tengo las mismas certezas que en otros casos. Existe una sola denuncia sobre él, a diferencia de otros casos como los de Kevin Spacey y Jackson. Pienso que si él fuera un depredador sexual tendrían que aparecer más casos, igualmente no puedo afirmar ni una cosa ni otra.