vive en Barcelona
Guillermo Söhnlein es el argentino cofundador de OceanGate, empresa del submarino perdido
A los 6 años emigró con su familia a Estados Unidos, donde se recibió de economista y se doctoró en Jurisprudencia. En 2009 fundó junto a Stockton Rush la compañía que perdió al sumergible Titán en el océano Atlántico.
Desde que se conoció el final del sumergible Titán, que implosionó cuando se dirigía con una tripulación de cinco hombres al pecio del Titanic, la palabra de Guillermo Söhnlein fue una de las más buscadas por los medios internacionales. Argentino, de 57 años, fundó en 2009 OceanGate junto con Stockton Rush, el piloto y CEO de la compañía que murió en la tragedia. ¿Quién este emprendedor que hace diez años dejó la empresa que hoy está en boca de todos?
Söhnlein nació en Buenos Aires, el 18 de mayo de 1966. Tenía seis años cuando emigró con su familia a California, Estados Unidos, donde pasó su infancia y juventud.
A los 20 años, en 1986, se naturalizó como ciudadano estadounidense y tres años más tarde se graduó como economista en la Universidad de California, en Berkeley.
Luego obtuvo un doctorado en Jurisprudencia en la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California. Entre 1995 y 1999 formó parte del Cuerpo de Marines de los EE.UU., donde llegó a tener el grado de capitán.
En 2009 fundó junto a Rush OceanGate, pero abandonó la compañía cuatro años después. En busca de nuevos desafíos, se instaló en Barcelona, España, donde vive actualmente.
De ADN innovador y emprendedor, Söhnlein se describe como un "consultor independiente y emprendedor social, centrado en la innovación tecnológica, los negocios internacionales y la exploración y asentamiento sostenible de entornos extremos en tierra, mar y espacio".
Qué dijo sobre la tragedia de Titán
Söhnlein, quien dejó la compañía OceanGate en 2013, fue una de las voces más buscadas al conocerse la noticia de la desaparición del sumergible Titán, cuando se dirigía con cinco tripulantes a realizar una expedición en los restos del Titanic.
Mientras los equipos de rescate internacionales surcaban las aguas en busca del sumergible, el argentino se mantuvo en vilo y dio a conocer en su cuenta de Facebook una declaración en la que dijo sentirse "abrumado" por lo ocurrido y en la que se mostraba optimista de que su "amigo" Rush y el resto de los pasajeros de Titán pudieran ser rescatados con vida.
Este jueves, cuando se informó que la nave había implosionado y que sus tripulantes habían fallecido, Söhnlein desmintió que el CEO de OceanGate haya sido irresponsable a la hora de enfrentar la expedición submarina.
Afirmó que la seguridad siempre fue un "elemento clave" en la empresa de exploración en aguas profundas. Y remarcó que si bien él no participó en el diseño del sumergible Titan, el presidente de la compañía fallecido en la tragedia "estaba extremadamente comprometido con la seguridad".
"Era muy diligente a la hora de gestionar los riesgos y muy consciente de los peligros de operar en un entorno oceánico profundo", resaltó sobre el CEO de OceanGate