PREVENCIÓN

Hackeos, estafas y fraudes en sorteos de Instagram: qué hacer y cómo prevenir estos casos

El phishing es una metodología de estafa por la cual se suplanta la identidad de instituciones, canales de servicios, figuras públicas o soportes técnicos para robar información sensible o hackear cuentas a través de mensajes.

Una persona empieza a seguir la cuenta oficial de su banco en Instagram, o la menciona en alguna red social, al rato otra cuenta con la apariencia y el nombre de ese banco le envía un mensaje privado con un falso argumento y un link para que acceda a un sitio.

Ese sitio -falso- imita la estética del banco y le solicita a la persona sus claves bancarias o contraseñas para “resolver su problema o consulta”, que muchas veces la gente hace pública con detalle en sus redes sociales.El falso argumento juega muchas veces con cierta urgencia del caso a resolver para que no haya tiempo de pensar. Y así, en dos clics, se materializa el fraude.

Este es uno de los ejemplos de cómo actúa el phishing, una metodología de estafa por la cual se suplanta la identidad de instituciones, canales de servicios, figuras públicas o soportes técnicos para robar información sensible o hackear cuentas a través de mensajes en redes sociales, WhatsApp o mail, con técnicas de persuasión y un par de clics.

La multiplicación de estos casos, que también va de la mano con el crecimiento de usuarios en Instagram y hoy se cuentan en más de 1.100 millones, motivó una iniciativa online de esa red social junto con la ONG Faro Digital, que consta de una serie de videos didácticos para brindar información sobre los recursos y las herramientas para mantener las cuentas seguras y evitar casos de estafas y phishing en Internet.

El phishing también actúa a través de mails, donde asume la identidad de la red social y con un texto manipula a la persona a acceder a su cuenta colocando su contraseña, en muchos casos argumentando una cierta urgencia para que no haya tiempo de pensar.

El peligro de “comprar seguidores” en Instagram

En relación con la compra de seguidores, Instagram señaló que la red social quiere que el contenido que se vea en allí “sea auténtico y provenga de personas reales, no de bots o personas que quieren engañar a otras”.

Esta metodología es una práctica fraudulenta en la cual se le pide a las personas dinero, generalmente en dólares, para aumentar sus seguidores. El problema es que suelen ser bots o seguidores falsos. En un principio, la persona va a notar que la cuenta de sus seguidores creció, pero con el correr de los días todos esos seguidores, al ser cuentas falsas, van a desaparecer. Una doble estafa porque la víctima pierde a esos seguidores y el dinero que abonó para conseguirlos.

Instagram cuenta con un equipo de personas que trabajan las 24 horas del día, los 7 días de la semana, revisando reportes y actúan en consecuencia. Además utiliza inteligencia artificial para encontrar contenido malicioso de forma proactiva.