ETERNO E HISTÓRICO

Hoy se cumplen 30 años de la muerte de Freddie Mercury

Fue el líder de Queen y un artista que marcó un antes y un después en la historia del rock mundial.

Provocador, extravagante, distinto. Así era Freddie Mercury, reconocido mundialmente por ser el líder de Queen, una banda que marcó un antes y un después en la historia del rock a nivel global. Una de las voces más icónicas y arrolladoras de la historia.

Se cumplen tres décadas de la muerte del aclamado artista, que más allá de su talento fue duramente criticado por su comportamiento debajo de los escenarios, y a medida que pasa el tiempo queda claro: le bastó una corta vida de 45 años para volverse inolvidable.

Nacido el 5 de septiembre de 1946 en Zanzíbar, Farrokh Bulsara se fue convirtiendo en un enigma. Freddie nació para ser estrella. Tenía el talento para conseguirlo.

El devenir de Queen en sus diez años de pura magia, de 1970 a 1980, impacta hasta el asombro. Jugó muy a su favor el tener cuatro compositores de lujo y no faltaron fricciones, pero de esas fricciones se alimentó una bestia que siempre apostaba a más.

Freddie fue capaz de meter 80 mil personas en un puño, manejarlas como titiritero genial. Si su vida era tormentosa, cuando pisaba el escenario todo se diluía; sabía todo, entendía todo.

El paso a la eternidad

El comunicado fue breve y contundente. No admitía segundas lecturas: “En virtud de las enorme atención que la prensa ha brindado al asunto en las últimas dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo de HIV y que por lo tanto padezco de SIDA. Creía adecuado mantener en secreto esta situación hasta la fecha para conseguir la tranquilidad de quienes me rodean. Pero llegó el momento para que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad y junto a los doctores me ayuden en la batalla contra esta terrible enfermedad”.

Confirmó lo que casi todos sospechaban. La presión ya era demasiada y el entorno sólo pretendía que Freddie pasara sus últimos días con tranquilidad.

Los meses finales habían sido dolorosos pero serenos. Una larga despedida. El cantante sabía que el final era inexorable y que no era lejano. Grabó hasta que no pudo más, se recluyó en su casa de Londres y se refugió en sus amigos más cercanos.

El 24 de noviembre de 1991, un día después de dar a conocer su enfermedad al mundo, de reconocer los rumores que circulaban hacía años, Freddie Mercury murió en su cama. Tenía, apenas, 45 años.

Lo que importa es lo que fue, lo que hace que este 24 de noviembre se multipliquen los recuerdos, los videos en las redes, las canciones resonando. Un huracán con o sin bigotes. Un compositor iluminado, un performer soberbio. El artista que aún hoy, en cada reaparición nostálgica, vuelve a tener un mundo en el puño.