Cumple 80 años

Jagger: el hombre sin tiempo

Hoy 26 de julio, el cantante de los Rolling Stones llega a las ocho décadas. Tuvo 4.000 amantes, una tensa relación con Keith Richards y dejó la heroína por amor.

Secretos de su longevidad y su relación con Jerry Hall, el supuesto romance con David Bowie y todos los detalles de la vida del bisabuelo del rock.

Hoy festeja con una gran fiesta en el sur de Londres su cumpleaños número 80. Uno podría imaginar que la mayoría de los invitados serán ancianos, compañeros de vida del homenajeado, viejitos encorvados y nostálgicos, algunos familiares y no mucho más. No,será una fiesta con 300 invitados, muy exclusivo y elegante. Rockeros, actrices, celebridades varias, miembros de la nobleza, políticos, empresarios, varias chicas jóvenes. Todos vestidos de gala, con prendas de los mejores diseñadores, adornados con joyas de valores obscenos. La seguridad se deberá esforzar para evitar intrusos, para tener a raya a los paparazzis, para alejar a los curiosos. El lugar será un gran jardín botánico, el Chelsea Physic Garden.

Un hombre de longevidad prodigiosa, amante voraz, rockero ambicioso y con historias mitológicas de drogas y sexo Pero más. Un showman carimástico con pasos sensuales y enérgicos, que entrena sin parar, caballero de la Reina, compositor de hits invencibles, con relación de amor-odio con Keith Richards. Mick Jagger ha sido y es todo eso.

La vigencia y plenitud de Jagger conviven con las contradicciones de un rockero furioso y bisabuelo; rebelde y sagaz empresario; convicto y caballero británico; exitoso líder de la banda de rock más grande de todos los tiempos y solista sin demasiada fortuna; un rey de los excesos y talibán de la vida sana y el entrenamiento.

Delineó un nuevo frontman con sensualidad, furia, despliegue atlético, actitud desafiante, pasos propios, presencia hipnótica y una entrega total. No hay cantante contemporáneo o líder de una banda que no esté influido, de manera consciente o inconsciente, por el estilo Jagger. Es, sin dudas, uno de los más grandes performers de la historia del espectáculo.

La convicción lo acompañó desde antes de la consagración. Una actitud frente a la vida. A pesar de que su nombre es sinónimo del cantante de rock tiene una vocación por la perfección y por estar siempre a la altura que no suele asociarse con el rock, en el que la rebeldía, la vida salvaje y lo contracultural parecieran autorizar a presentaciones desganadas, sin voz, demoras de horas en el comienzo de shows o a presentarse en un estado deplorable en el escenario. A Jagger eso no le sucede porque su devoción al trabajo, a estar siempre en condiciones (físicas, vocales, anímicas y hasta de producción) habla de un profesionalismo evidente pero que muchos prefieren no ver porque, hipotéticamente, no condice con la leyenda salvaje stone.

La vestimenta fue la habitual. Pantalones achupinados, remera negra, la chaqueta colorida con vivos rojos. Alguien que no supiera de quién estamos hablando, podría imaginarse un cuadro patético: un anciano disfrazado como un joven. Pero no. Con Jagger no sucede eso. Sólo provoca fascinación y devoción.

Para explicar este estado físico sobrenatural se recuerda su entrenamiento exhaustivo que incluye ejercisios, varios kilómetros de running, yoga, pilates, entrenamiento vocal y largas sesiones de baile con una frecuencia de cinco o seis días por semana. A eso se le debe agregar una alimentación sana, balanceada que no se permite desvíos. Tampoco se puede desdeñar el factor genético: el padre de Mick fue gimnasta, profesor de educación física, que practicó deportes hasta pasados los ochenta años y que murió a los 93. 

Las novias y conquistas de Jagger fueron variadas, ininterrumpidas y, la mayoría de las veces, simultáneas. Actrices, cantantes, modelos, bailarinas, groupies. Chrissie Shrimpton, Marianne Faithfull, Marsha Hunt, Bianca Jagger, Jerry Hall, la brasileña Luciana Morad, L’Wren Scott (que se suicidaría mientras estaba de novia con él), Melania Harwick, Carla Bruni, Carly Simon, la Princesa Margarita, Margaret Trudeau (en ese entonces esposa del primer ministro canadiense), Angelina Jolie, Uma Thurman. Etc, un largo etcétera. Sin olvidar algunas novias de sus compañeros de banda como Anita Pallenberg o alguna de Brian Jones a mediados de los sesenta. Las notas periodísticas que hablan de récords sexuales dicen que es una cifra incomprobable de cuatro mil mujeres a las que ha amado.  

En su lista de amoríos es probable que incluya varios hombres también. Tal vez la historia más famosa incluya a David Bowie. Angela Bowie, luego de su divorcio (y en especial después de que se haya vencido el plazo de confidencialidad a la que la obligaba el convenio firmado en la división de bienes) contó que un día encontró a su ex marido con Jagger en la cama. Rod Stewart cuenta en sus memorias que a principios de la década del setenta, Mick que estaba en pareja con Bianca, le propuso al escocés (de novio en ese entonces con la modelo Dee Harrington) un intercambio de parejas. Rod declinó, al menos en esa oportunidad, de la experiencia swinger.

Su pareja más importante y con más influencia sobre él fue Jerry Hall. Convivieron durante 23 años, tuvieron cuatro hijos. y fueron la atracción durante los años setenta y los ochenta. Se separaron en 1991 cuando se conoció que Mick estaba esperando un hijo junto a Luciana Giménez, una joven modelo brasileña. Jerry Hall, además de ser despampanante y de que un halo de sofisticado misterio la recubriera, fue la que consiguió que Jagger abandonara la heroína. Jerry, cuando conoció a Mick, salía con otro cantante, el líder de Roxy Music, el glamoroso Bryan Ferry. 

Mick tuvo ocho hijos con cinco mujeres diferentes. Varios de estos hijos los debió reconocer luego de procesos judiciales por paternidad. Su último hijo, nacido hace 7 años, es dos años y medio menor que su primera bisnieta. Jagger se convirtió así en el primer (y quizá único) bisabuelo del rock. Hoy sus bisnietos ya son tres.

Su fortuna está calculada en varios cientos de millones de dólares. Sin embargo, no se detiene. Su carrera ya no avanza, quizá no tenga donde ir más allá. Pero mientras tengas fuerzas, sabemos, que Jagger, el octogenario bisabuelo, seguirá batallando, seguirá estando al frente, desparramando, ya no juventud, pero sí una vitalidad prodigiosa.