Entrevista

Javier Lorenzo: “Sigo pensando y entrenando en cada función”

La reposición de la propuesta dirigida por Daniel Veronese, a 20 años de su estreno, incorpora al talentoso intérprete, en lo que considera su primera obra protagónica comercial.

De jueves a domingo, en el teatro Picadero de la Ciudad de Buenos Aires se presenta La última sesión de Freud, dirigida por Daniel Veronese y protagonizada por Luis Machín y Javier Lorenzo. En la propuesta, un Freud en sus últimas horas en su exilio de Londres mantiene un debate intenso con C. S. Lewis, y ambos terminan con sus emociones y pensamientos a flor de piel. Este multimedio dialogó con Lorenzo para saber más sobre su trabajo en la obra.

—¿Cómo te sentís finalmente con el estreno de la obra?

—Estoy feliz con el estreno de la obra y sigo trabajando, ¿viste?, porque para mí es un trabajo, además de la felicidad de la obra y de trabajar con Luis y con Daniel y todo el equipo. Para mí es un tipo de trabajo muy nuevo, un tipo de obra que es una novedad para mí, lo cual tiene mucho atractivo, eso me atrajo de entrada la propuesta. Pero, bueno, no es que trabaje de taquito nunca, pero este es un trabajo muy distinto y eso es como un desafío grande, y sigo pensando y entrenando en cada función, para mí es un entrenamiento.

—Vos tenés una vasta trayectoria, pero es la primera vez que asumís un lugar así en una obra de teatro comercial...

—Yo hice teatro comercial, hice un par de obras antes, pero en elencos más grandes y con personajes más pequeños. Estuve en La muerte de un viajante, que protagonizaba Alfredo Alcón, no me acuerdo ni qué año era, era muy joven, y después hicimos también, con la producción de Sebastián Blutrach, Ejercicio fantástico del yo, la que protagonizaba Gael García-Bernal, pero no tenía el peso, la responsabilidad, digo, que tengo ahora, en términos de personaje.

—¿Habías visto la puesta anterior o alguna puesta de esta obra en algún otro lugar del mundo?

—No, no había visto nada, así que tuve el texto directamente, sin tener referencias.

—Bueno, a veces es mejor eso, ¿no?

—Yo creo que sí. En principio, como actor nuevo la idea era no repetir lo mismo.

—¿Cómo fue el encuentro con Luis?

—Es la primera vez que hago una obra de dos, creo que nunca, y está buenísimo porque no parás de actuar, no parás de laburar, es muy intenso el trabajo. Ya de por sí la obra es intensa, digo, el trabajo es intenso, pero al estar todo el tiempo es muy, está buenísimo. Porque las obras en las que tengo que estar mucho tiempo afuera me cuestan, y el encuentro con Luis fue maravilloso, para mí es un actor del que puedo aprender viéndolo trabajar y trabajando con él.

—Para construir tu personaje tal vez habías leído algo de Lewis, pero ¿fuiste a buscar algo, ver por dónde iba?

—Había visto en su momento Las crónicas de Narnia, y después leí algunas cosas sueltas de mero cristianismo, que son unos libros que escribió y que tienen varias partes.