Entrevista

Julieta Cardinali: “Soy consumidora de este cine”

La talentosa actriz se mete por primera vez en el cine de género en una propuesta intensa en la que tiene un rol destacado.

Desde ayer puede verse en HBO Max la película nacional más taquillera del año, Ecos de un crimen, de Christian Bernard y protagonizada por Julieta Cardinali, Diego Peretti, Carla Quevedo, Carola Reyna y Diego Cremonesi. La exitosa propuesta cuenta cómo Julián (Peretti), un escritor exitoso, en medio de una meseta ­producida por ciertas cuestiones psiquiátricas, arriba a una soñada casa para descansar e inspirarse junto a su familia. Diario Hoy habló con Cardinali para saber más de la ­historia.

La actriz vive un gran momento, ya que, sumado a la repercusión que obtuvo al interpretar a Claudia Villafañe en la serie sobre Diego Armando Maradona, su participación en un puñado de producciones para plataformas la posicionaron como una de las más solicitadas intérpretes de la Argentina. Su comienzo en el mundo del entretenimiento fue cuando quedó seleccionada como paquita argentina de Xuxa, en el ya clásico El show de Xuxa, que se grababa en la Argentina y se transmitía para toda América. Luego se sumó a Jugate conmigo, de Cris Morena, y ya sí comenzó a participar de ficciones como Montaña rusa, Otra vuelta, Como pan caliente, Naranja y media y Verano del 98. Buenos aires me mata fue su primera película, bajo la dirección de Alejandro Agresti, y desde entonces no paró nunca de actuar.

—Película nueva, cine, gran apuesta del cine argentino, no es tu primera vez en el thriller o el cine de terror, porque ya habías hecho otra...

—Mi incursión en el género de terror fue con Ataúd blanco, hace varios años ya, distinta a esta, que tiene que ver más con el suspenso que con el terror, más sangrienta y parecida al cine clase B que lo que es Ecos de un crimen, que tiene que ver más con el suspenso que con el terror.

—Uno conoce las reglas del thriller y juega a ver quién es quién y se sorprende con los giros. ¿Cómo fue para vos no adelantarte a nada en el rodaje?

—Soy consumidora de este cine, siempre me gustó el cine de terror y de suspenso, así que tener la posibilidad de hacerlo, que no es tan frecuente en este país... No tenemos una industria que se dedique a este género, y está buenísimo que se empiece a hacer, un cine comercial, entretenido, que nos gusta ver, está buenísimo que se empiece a hacer, porque tenemos con qué, me parece. Primero leí el guion y me gustó mucho, es fundamental, porque si no es entretenido el libro, no lo salvás con nada, porque no hay buenísimas actuaciones o actuaciones, necesitás una historia. Cuando lo leí, vi la historia, y después cuando me dijeron con quién, quién era el director, mi compañero, que estaba Warner y HBO Max detrás, hace que sepas que vas a tener buena calidad, imagen, sonido, me dio la seguridad de que iba a tener todo lo que tenía que tener.

—El rodaje fue en pandemia y me han dicho que complicado...

—Cuando leés un guion de estas características, sabés que va a ser incómodo, que tenés que poner el cuerpo, no es que estás tomando un té y charlando, sabés que te vas a mojar, por la lluvia, el frío. Filmamos en una casa en San Isidro, una casa espectacular, pero debido al contexto de la pandemia todo estaba abierto y era lo mismo estar en una casa o un campo. Por el frío usábamos trajes de neoprene debajo de la ropa por la lluvia, fue muy incómodo, pero por otro lado, después de un año casi sin trabajar, estábamos muy contentos y las ganas le ganaron a la incomodidad.

—Tus personajes siempre están dentro de cierto realismo, a diferencia de los roles de tus compañeros. ¿Fue complicado ser casi la única dentro de la historia con este tono?

—Son decisiones que se toman en los ensayos, no es al azar que fueran así distribuidos los personajes. El mío es un poco la guía de Julián, quien lo trae a la realidad, es su cable a tierra en todo sentido, si bien tiene algo ambiguo, una seriedad, que se entiende al final. Son rodajes de mucha concentración porque cualquier paso en falso adelanta algo. Todo fue consensuado en los ensayos, ver por dónde ir, es como un rompecabezas para no adelantarle al espectador nada.

—¿Cómo fue el reencuentro con Diego, ahora en cine?

—Hicimos En terapia, y trabajar con él no solo me encanta porque es una gran persona, sino como actor, el habernos conocido permitió, porque los ensayos fueron por Zoom y uno solo en la casa, tener espacio ganado, porque además En terapia se hizo hace muchos años.

—¿Qué fue lo que más te gustó de tu ­personaje?

—Me gustó la historia en su totalidad, que no siempre me pasa, es lo más importante. Mi personaje es como un ancla, cable a tierra del personaje que lleva la historia, y me gustaba mucho la circularidad de la película, pero que para actuar está buenísimo.

—¿Expectativas por el estreno y que llegue a HBO Max?

—Está buenísimo, porque las plataformas vienen a dar mucho trabajo y que después se vea en todo el mundo yo lo celebro, es lo que se viene, es lo que está, es lo que se consume, me gusta que sea una película filmada para el cine, que vale la pena ser vista en pantalla grande y además estará en HBO Max, doble terreno ganado, lo celebro. En el caso de Maradona, sueño bendito, fue pensado para la plataforma, porque además las películas son casi una especie en extinción.

—O pasa que una película, como pasó con Ataúd blanco, al llegar a una plataforma se convierte en un boom, pasó con esta ­propuesta en España cuando desembarcó en Netflix…

—Ataúd blanco fue un éxito, es buenísimo, y es mucha más gente que ve lo que estamos haciendo, ¿qué más?

—¿Cómo sigue tu año de trabajo? ¿Más series, películas?

—Seguimos con plataformas, así que está buenísimo, voy a seguir trabajando mucho con Amazon Prime Video, así que tengo un año con mucha serie.

—¿Tenés ganas de hacer teatro este año?

—No lo conté, pero estamos gestando algo con Rita Cortese para hacer en teatro este año. Ella dirigiendo y yo actuando, estamos muy entusiasmadas.