La Iglesia Católica pierde fieles según una encuesta del CONICET

El organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología publicó los resultados de la Segunda Encuesta Nacional sobre creencias y actitudes religiosas en la Argentina. A pesar de mantener una amplia mayoría, el catolicismo pierde terreno respecto a mediciones previas. En total, los datos recabados este año arrojan que casi un 63% […]

El organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología publicó los resultados de la Segunda Encuesta Nacional sobre creencias y actitudes religiosas en la Argentina. A pesar de mantener una amplia mayoría, el catolicismo pierde terreno respecto a mediciones previas.

En total, los datos recabados este año arrojan que casi un 63% de los encuestados afirman ser católicos. En segundo lugar se ubican los no religiosos con casi un 19%, y luego los evangélicos de diversos tipos con un 15,3%. El pequeño porcentaje restante se divide entre Testigos de Jehová, otras religiones y personas que no saben.

Si bien el predominio de los creyentes católicos es incuestionable, respecto a mediciones previas tanto los no religiosos como los evangelistas han ganado terreno. En un análisis comparativo con encuestas del 2008, la religión oficial de la República Argentina redujo seguidores de un 76,5% a casi 63%.

A contraparte, las personas que se definen ateas o agnósticas crecieron de un 11,3% hasta casi un 19%, mientras que los evangélicos treparon desde el 9% hasta el 15,3% de la encuesta reciente.

Con respecto al genero, las mujeres muestran una tendencia más vinculada a las creencias -tanto católicas como evangélicas-, mientras que entre los varones la no religiosidad cobra más protagonismo superando los porcentajes del promedio y reduciendo los de los dos cultos principales.

Otra perspectiva interesante y que parece explicar cómo se vienen desarrollando los fenómenos de la fe en la sociedad argentina es la etárea. Allí se puede ver un gran contraste entre la franja etárea de 18 a 29 años -donde el catolicismo se retira hasta un 52,5% y crecen los no creyentes y evangélicos-, y la de 65 años en adelante -donde el 81,5% de los entrevistados se reconocen católicos-.

Desde las generaciones más longevas hasta las más jóvenes la reducción gradual de la influencia de la Iglesia se presenta de manera evidente y sostenida. Esto, ya sea como causa o consecuencia, permite pensar a la cuestión generacional como un aspecto clave en la tendencia histórica que se registra en nuestro país y que ésta Segunda Encuesta Nacional reafirma.