Teatro

“La obra es un remolino de emociones”

Durante una charla con este multimedio, Eva Palottini y Catalina Napolitano revelaron los detalles de la pieza teatral que las traerá a la ciudad de las diagonales.

La obra Carnem levare trata sobre los recuerdos de la adolescencia, entre otros. El argumento inicia cuando una joven recibe una bombita de agua por parte del chico que le gusta. A partir de ese hecho, nada será lo mismo en su vida.

En el contexto de la única función que darán en La Plata, las referentes de esta puesta en escena, Eva Palottini y Catalina Napolitano, ­dialogaron con este multimedio.

La cita obligada será el sábado 25 de junio, a las 21, en el teatro Estudio, ubicado en la calle 3 n° 386.

—¿Cómo surge esta propuesta?

—Eva Palottini: Hace un tiempo que yo tenía ganas de dirigir, pero me parecía muy forzado el vínculo con las palabras de otros. Quiero decir, cómo empezar un proyecto si no hay un texto predeterminado. Y tampoco me interesaba un proyecto de creación colectiva. Entonces, empecé un diálogo con una amiga en el que nos compartimos experiencias personales y a partir del cual se fue desplegando un texto. Más tarde, se sumó Catalina y nos fuimos encontrando en la construcción de esta mujer.

—¿Qué podés contarnos sobre tu rol en la ­historia?

—Catalina Napolitano: Es una persona que se formó como mujer en una sociedad que constantemente emite juicios de valor y ve a las personas como objetos de consumo. A partir de esta premi­sa, la norma social traza determinados caminos por los que una debería transitar para alcanzar la “felicidad”. Entonces, en la obra ella misma cae en esos lugares y se da cuenta de que, posicio­nán­dose desde esta perspectiva, se engaña a sí misma. Hay una especie de círculo vicioso del que cuesta mucho salir y poder reconocer lo propio.

—EP: Yo creo que también ella es una representación clara del mundo de las ilusiones del cual nos alimentamos a diario. Y que a veces nos pone un poco ciegas, ciegos. Más allá del género, creo. Porque también fuimos descubriendo en el intercambio con el público que todos nos podemos espejar en algo con ella. Creo que muchas veces podemos vivir alimentándonos más de esas ilusiones que de lo que realmente está aconteciendo alrededor nuestro. Por eso, todo el recorrido que ella va teniendo a lo largo de la obra es un intento por sacarse esas máscaras en pos de encontrarse con quien realmente es. También, aprender a transitar la frustración que nos puede generar el darnos cuenta de la imposibilidad de definirnos, y que somos más bien una búsqueda. Asumir esa búsqueda como un estado permanente.

—¿Por qué recomendarían al público que concurra al show?

—CN: Me parece que es un espacio de encuentro, y que hoy en día necesitamos esos espacios. No es menor que el estreno de la obra se dio en el marco del retorno a la presencialidad y después de un período muy largo de aislamiento. Es una invitación a compartir, a ser parte, a divertirnos. Por eso, tomamos el carnaval como atmósfera, para recordar que el encuentro es una celebración.

—EP: Hay algo que logramos, que se da, que buscamos en los ensayos, que nos preguntamos a lo largo del proceso y que es esto de generar un espacio que sea transformador, del cual nos sintamos parte. Creo que hoy se vuelve fundamental sentirse parte de algo, con los niveles de incomunicación que manejamos en este mundo hiperconectado.