Entrevista

“La Plata está llena de arte desde que tengo recuerdos”

En diálogo con este multimedio, Roberto Pettinato reflexionó sobre la ciudad de las diagonales, su paso por el arte y el concierto que lo trae a estos rincones.

Durante una entrevista con este multimedio, Roberto Pettinato presentó el show de "Sumo por Pettinato", que tendrá una función este viernes, a las 21:30, en el Teatro Coliseo Podestá.

—¿Qué podés contarnos sobre este proyecto?

—La banda Sumo por Pettinato nació del libro que escribí hace unos años. Me pareció acertado que, si los Divididos hacían ya su repertorio y Las Pelotas el otro, pensé: “¿Y quién se hace cargo de la historia?”. Entonces un día escuchando que había bandas tributo y demás me dije: “¿Y vos qué vas a hacer, aparte de seguir el camino que la vida te enseñe por Netflix?”. Y ahí me di cuenta de que debía levantar el legado como sea y llevarlo a un escenario. Gracias a Dios lo hicimos tan bien, pero cayó la pandemia. Ahora volvemos. Además, fueron muy emocionantes los ensayos, ya que incluyen lágrimas de mi parte en algunos temas. Y si una persona estuvo en Sumo, sinceramente piensen: ¿qué otra cosa le gustaría tocar en la vida? ¿Canciones de Coldplay para amenizar la góndola de congelados de pollos y verduras? ¿O mejor de almohadas y ropa de cama? No, señor. Te gustaría seguir tocando los temas que tanto te gustaron. Lo siento, sí. Aunque sea una suerte de Ringo Starr tocando Submarino amarillo hasta su último día, así será. Estuve en la mejor banda habida y por haber en este país de todos los tiempos.

—¿Qué mensajes hay en esta obra?

—Tiene el espíritu psicodélico del primer Sumo, cuando éramos gente más delicada, por así decir. Tiene cantidad de guiños que son ofrendas a Luca de mi parte, que tal vez la gente no entienda porque de hecho no las pensé para la gente, como incluir un sonido algo del primer Genesis o un trozo de Van der Graaf Generator en el medio de una canción, etcétera. Pero lo fundamental es haber estado ahí y saber hacer sonar una banda como era Sumo. La intención se tiñe de todo lo verdadero cuando hay un integrante real de una banda, no solo esta, sino de cualquiera. Jamás sería lo mismo unos Beatles sin Paul y sin ninguno de los cuatro una banda ­Beatle que al menos conserve a un integrante. Traté de no buscar los temas mas ultrarreconocidos, sino de darle ese ambiente de los 80, del Sumo que justamente no tenía tanto repertorio y tenía la misma trascendencia de su estilo, su sonido y una atmósfera psicodélica increíble. Si al salir alguien me dice: “Che, estuve una hora y media en otro planeta”, la misión estará cumplida y hasta Luca enviará bendiciones dejando caer un foco del escenario.

—¿Qué relación tenés con la ciudad?

—La Plata es la mejor ciudad. Estoy como si fuera a Chicago a tocar blues. ¿Por qué? Porque lo único que vale de las ciudades es la gente loca. La Plata está llena de arte desde que tengo recuerdos. Es decir, tengo amigos, todos de la noche, y ahora me enteraré de quiénes quedaron vivos. Siempre la pasé bien. Me une una amistad con Verón hijo y soy de Estudiantes, ya en aquellos años de niños en que tenía dos equipos. Bueno, para la segunda parte de mi vida me quedó Estudiantes. Las ciudades con edificios y salames viviendo adentro no vale la pena ni visitarlas. La Plata es completamente al revés. No ves la hora de que llegue la noche para terminar en casa de alguien. Lo siento, es eso lo que me gusta, como la famosa frase: “Y ahora de acá vamos para allá”.