CIENCIA

La tierra registró su día más corto

Los expertos aseguran, que el fenómeno conocido como “bamboleo de Chandler” puede estar influyendo en la velocidad de su rotación.

Este invierno austral y verano boreal, la Tierra tuvo el día más corto de su historia debido a su mayor velocidad de rotación registrada.

Los expertos afirman que posiblemente ocurrió gracias a un bamboleo de su eje que hizo que completara un solo giro en una fracción de segundo menos de 24 horas.

Específicamente, el 29 de junio de 2022, el planeta hizo un giro completo en 1,59 milisegundos menos que 86.400 segundos, es decir, exactamente 24 horas, según el sitio web timeanddate.com.

Y este julio estuvo a punto de superar la barrera: el 26 de julio fue 1,50 milisegundos más corto que las 24 horas. Recientemente, la Tierra ha aumentado su velocidad.

En 2020, nuestro planeta vio su mes más corto que se haya medido jamás, desde la década de 1960. Como si ella misma deseara terminar más rápido aquel año pandémico la Tierra en 2020 giró más rápido de lo habitual.

Matemáticamente hablando, nuestro planeta rompió el récord anterior de día astronómico más corto, establecido en 2005.


En cambio, el día más corto de 2020 fue el 19 de julio, cuando el planeta completó un giro 1.4602 milisegundos más rápido que 86.400 segundos. Además, el 2020 incluyó los 28 días más cortos desde 1960. Al año siguiente, la Tierra siguió girando a una velocidad generalmente mayor, aunque no batió récords. Hasta ahora.

A pesar de los incrementos puntuales en los últimos tiempos, en general, el giro de la Tierra se ralentiza.

Expertos sugieren que la razón de la tendencia de días más cortos podría estar relacionada con el bamboleo de Chandler, una pequeña desviación en el eje de rotación de la Tierra.

Según los científicos Leonid Zotov, Christian Bizouard y Nikolay Sidorenkov, que presentarán la hipótesis esta semana en la Sociedad de Geociencias de Asia y Oceanía, este fenómeno es similar al temblor que se observa cuando una peonza empieza a ganar impulso o se ralentiza.

Si la rápida rotación de la Tierra continúa, podría conducir a la introducción del primer segundo adicional negativo de la historia.

Esto sería necesario para mantener el tiempo civil –que se basa en el ritmo superestable de los relojes atómicos– en sintonía con el tiempo solar, que se basa en el movimiento del Sol a través del cielo.

Un segundo adicional negativo significaría que nuestros relojes se saltarían un segundo, lo que podría crear problemas en los sistemas informáticos.