Entrevista

Laurita Fernández: “Matilda es mi prioridad desde el momento uno”

La actriz habló sobre su papel de Señorita Miel, también de las emociones y presiones que siente con esta nueva obra teatral.

La multifacética actriz y ­conductora Laura Fernández cumplirá uno de sus sueños, ser parte de la obra Matilda, el musical, que desde el 1° de junio se presentará en el teatro Gran Rex de la ciudad de Buenos Aires. Acompañada por un gran elenco, hablamos con ella sobre este gran momento.

—¿Cómo te estás sintiendo con todos los preparativos en la previa del estreno?

—Es una maravilla, lo estamos disfrutando desde el momento uno, que creo que desde el otro día hicimos las fotos, y pensamos que va a pasar muy rápido, porque vamos a estar solo ocho semanas en el Rex. Entonces sabemos que va a ser una experiencia muy intensa, pero corta a la vez. Estamos todos disfrutando cada momento al máximo.

—¿Hay posibilidades de que después en algún otro momento se haga, o aún no se sabe?

—Por lo pronto son estas únicas ocho semanas, está previsto así. Y bueno, vamos a estar por supuesto haciendo funciones en vacaciones de invierno, ya están las entradas a la venta. Y te digo, todavía no ­hicimos ni una pasada general, pero ya sentimos lo que va a pasar con solo escuchar y ver a los nenes.

Una locura.

—Yo pude verlos cuando fue la ­presentación de la temporada del teatro en la calle Corrientes y la verdad es que era un delirio, ­estaban todos como muy contentos de ir los fines de semana ahí a jugar...

—Todos ellos son los que quedaron, porque son tres elencos de nenes que van a ir rotando, por supuesto. Y todos ya me encontré con que saben la letra de las canciones, todas, una maravilla toda la información que entra en esos cuerpos tan pequeños. Y creo que es el gran atractivo que tiene la obra.

—¿Te dicen “seño”?

—No, pero yo me vuelvo loca cada vez que los veo.

—Porque además te gusta tu rol, ¿no?

—Recién estaba con las tres Matildas, es como que no podés dejar de abrazarlas porque son hermosas, pero creo que es lo que les va a pasar a todos los que vengan. Es que más allá de la superproducción que ves, más allá que es el mismo musical que ocurrió en Broadway durante tantos años y que está actualmente en cartel en Londres, en Madrid, es lo mismo, no es que viene una versión reducida o lowcost, es impresionante. Para mí lo maravilloso que tiene es el talento y la energía de estos chicos que la rompen, que contagian, no sé cómo explicarlo. Pero bueno, el que esté ahí viviéndolo va a entender lo que en estos tres tiempos vamos a estar contando.

—¿Y sentís presión?

—Obvio.

—Pero ya venís de protagonizar obras, una temporada muy exitosa también en teatro con El método Grönholm, Sugar, ¿se siente presión con cada una de esas cosas?

—Obvio, siempre, siempre, sí. No creo dejarlo, nunca voy a dejar de sentir, existe como la responsabilidad y la presión de intentar, bueno, hacer lo mejor que puedo dar o intentar hacer lo mejor posible y estar a la altura de lo que se espera. Sí, eso sí, es inevitable, pero bueno, hay que aprender a convivir con eso para que no te juegue en contra, todo lo contrario, pero bueno, sí, eso siempre está.

—¿Cómo hacés para coordinar esto con todo lo demás que hacés?

—Matilda es la prioridad, ya desde el momento uno hace como un año y pico, y sabía que este proyecto iba a eclipsar todo lo otro la mayor cantidad de tiempo, más que nada por eso que lo linkeo con lo de la presión, pues uno quiere hacerlo bien y te demanda mucho tiempo de ensayo más allá de lo estipulado, yo tengo mis clases, mis ensayos aparte y estoy todo el día con el tema, entonces sabía que era algo que pasa a ser prioridad, pero que todo lo demás se acomoda y se puede armar y diagramar para poder seguir con el programa en este caso. Si no fuese posible, bueno, tendría que tomar una decisión, pero en este caso ya se pudo prever y anticipar y armar todo para que todo conviva.

—¿Cuál es el principal desafío de la Señorita Miel?

—Todo. Este musical en sí es un desa­fío para todos. En todos sentidos es una apuesta enorme, de una superproducción. La exigencia que se tiene es muy alta. Porque todo lo chequean los creadores de Estados Unidos y demás. Entonces, todo tiene que estar tal cual se planificó. Y nos lleva a un nivel muy alto eso a todos nosotros. Pero creo que el mayor ­desafío es poder acompañar de la mejor manera a todos estos niños que van a estar en escena y la van a romper, sin dudas.