Ciencia

Logran revertir el envejecimiento en ratones

Los expertos de Harvard explicaron que usaron proteínas que pueden convertir una célula adulta en una célula madre.

Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard confirmaron que pudieron revertir el envejecimiento en ratones, significando así un paso histórico en la carrera que tiene el mundo científico para ralentizar lo máximo posible el paso de los años.

Según explicaron, dieron pasos muy grandes, ya que su estudio pudo constatar que los ratones están volviéndose jóvenes de alguna manera. Usando proteínas que pueden convertir una célula adulta en una célula madre, restablecieron las células envejecidas en ratones a versiones anteriores de sí mismos. De esta manera, los animales viejos con mala vista y retinas dañadas pudieron volver a ver repentinamente.

“Es un restablecimiento permanente, hasta donde sabemos, y creemos que puede ser un proceso universal que podría aplicarse en todo el cuerpo para restablecer nuestra edad. Si revertimos el envejecimiento, estas enfermedades no deberían ocurrir. Hoy tenemos la tecnología para poder llegar a los 100 años y más sin preocuparnos de tener cáncer a los 70, enfermedades cardíacas a los 80 y Alzheimer a los 90. Este es el mundo que se avecina. Es literalmente una cuestión de cuándo, y para la mayoría de noso­tros sucederá en nuestras vidas”, contó emocionado uno de los líderes de la investigación, David Sinclair.

Asimismo, el investigador agregó: “Sabemos que cuando revertimos la edad de un órgano como el cerebro de un ratón, las enfermedades del envejecimiento desaparecen. La memoria vuelve, no hay más demencia. Creo que en el futuro retrasar y revertir el envejecimiento será la mejor manera de tratar las enfermedades que aquejan a la mayoría de nosotros”.

Sumado al asunto de la vista, explicaron que además el laboratorio revirtió el envejecimiento en los músculos y el cerebro de los ratones. “Es una pérdida de información lo que lleva a las células envejecidas a olvidar cómo funcionan, a olvidar qué tipo de células son. Y ahora podemos aprovechar un interruptor de reinicio que restaura la capacidad de la célula para leer el genoma correctamente nuevamen­te”, cerró Sinclair al respecto.