Grasas saturadas y azúcares

Los científicos chinos identifican la dieta occidental como factor de riesgo del Alzheimer

Aún no se sabe qué causa el Alzheimer ni cómo tratarlo, pero los científicos están aprendiendo cada vez más sobre lo que aumenta o disminuye el riesgo de su desarrollo.

Según las investigaciones realizadas por el equipo académico chino, una dieta occidental rica en grasas saturadas, azúcar y sal puede someter a nuestro organismo a un estrés adicional, lo que en cierto modo nos hace más vulnerables a la demencia, con la que correlacionan casos leves y moderados de esta enfermedad neurodegenerativa.

En cambio, una dieta mediterránea rica en cereales integrales, fruta, verdura y marisco protege contra la enfermedad, pero solo en casos leves y moderados.

Por ello, los investigadores chinos sugieren que los cambios en la dieta pueden ser una forma de reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y otros tipos de demencia y limitar el daño que provoca en nuestras capacidades cognitivas.  

"Ciertas intervenciones dietéticas pueden ralentizar la progresión de la enfermedad de Alzheimer y mejorar la función cognitiva y la calidad de vida", afirman los expertos en un artículo publicado en Frontiers in Neurosciences.

En los estudios realizados, estas "intervenciones alimentarias" han mejorado la función cognitiva y la calidad de vida de personas con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada. También se observó que ralentizaban la progresión de la enfermedad.

Con arreglo al estudio, los principales mecanismos para ralentizar el desarrollo de Alzheimer se basan en reducir el estrés oxidativo y disminuir la acumulación de péptidos beta-amiloides (Aβ) y coágulos de proteína tau en el cerebro, las sustancias que provocan la destrucción de neuronas clave para pensar y recordar.

Todavía se está trabajando para comprender la relación entre la dieta y la enfermedad de Alzheimer y los mecanismos de tratamiento, pero ese estudio y otros similares están ayudando a los científicos a entender mejor cómo afecta al cerebro lo que comemos.