Investigación
Los dueños de perros podrían tener menor riesgo de discapacidad, según un estudio de Japón
Un análisis de datos de más once mil adultos mayores japoneses sugiere que las personas mayores que tienen un perro pueden tener un menor riesgo de discapacidad que aquellos que nunca han tenido un perro.
Un análisis de datos de más de 11.000 adultos mayores japoneses liderado por Yu Taniguchi del Instituto Nacional de Estudios Ambientales en Tsukuba, Japón, y sus colegas presentan, sugiere que las personas mayores que tienen un perro pueden tener un menor riesgo de discapacidad que aquellos que nunca han tenido un perro.
Estudios anteriores realizados por estos investigadores han relacionado la posesión de perros entre adultos mayores japoneses con un menor riesgo de fragilidad, una relación que parece explicarse en parte por niveles más altos de actividad física y funcionamiento social entre los dueños de perros. Otra investigación también sugiere que la fragilidad física aumenta significativamente el riesgo de discapacidad futura.
Para comprender mejor la relación entre tener un perro y el riesgo de discapacidad, Taniguchi y sus colegas utilizaron cuestionarios para recopilar datos sobre la propiedad de perros y gatos de 11.233 adultos japoneses de 65 a 84 años. También recopilaron datos demográficos, de discapacidad y otros datos de salud de los participantes abarcando el período de junio de 2016 a enero de 2020. El análisis estadístico de los conjuntos de datos combinados les permitió examinar los posibles vínculos entre la propiedad de perros y el riesgo de discapacidad.
Los investigadores encontraron que, durante el período de estudio, los adultos mayores que eran dueños de perros tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de tener una discapacidad que aquellos que nunca habían tenido perros. Esta relación se mantuvo incluso después de tener en cuenta otros factores sociodemográficos y de salud que podrían influir en el riesgo de discapacidad, como el estado civil, el historial de enfermedades crónicas, el tiempo que pasan al aire libre y más. Además, los dueños de perros que hacían ejercicio con regularidad tenían un riesgo aún menor de discapacidad.
Mientras tanto, los investigadores encontraron que tener un gato no se asoció con ninguna diferencia en el riesgo de discapacidad, y que tener un perro o un gato no se asoció con un riesgo reducido de muerte por cualquier causa.
Este estudio sugiere que tener un perro, especialmente combinado con ejercicio regular, puede proteger contra la discapacidad a los adultos mayores japoneses. Estos hallazgos podrían ayudar a informar los esfuerzos para promover un envejecimiento exitoso. Mientras tanto, la investigación futura podría investigar los mecanismos físicos o psicológicos por los cuales tener un perro podría brindar beneficios, o examinar las relaciones entre tener un perro y el riesgo de discapacidad en otros países.
“Tener un perro protege contra la aparición de discapacidades en los adultos mayores. El cuidado diario, la compañía y el ejercicio de un perro mascota pueden desempeñar un papel importante en el envejecimiento exitoso”, agregaron los autores.
Los hallazgos fueron publicados en la revista de acceso abierto Plos One.