MADONNA EN RIO

Madonna transforma Copacabana en una gigantesca pista de baile

La noche del sábado en Copacabana fue una experiencia única para los aficionados de la música y los seguidores de la icónica Madonna, quien convirtió la extensa playa de Río de Janeiro en una inmensa pista de baile llena de admiradores.

El espectáculo marcó el cierre de The Celebration Tour, su primera gira retrospectiva, que comenzó en octubre en Londres y culminó en una de las locaciones más emblemáticas del mundo del entretenimiento.

La "Reina del Pop" inició su show con su éxito de 1998 "Nothing Really Matters", desatando la euforia entre la multitud que se agolpaba cerca de las vallas de seguridad.

Otros seguidores disfrutaron del concierto desde fiestas en apartamentos y hoteles con vistas privilegiadas a la playa, mientras que helicópteros y drones sobrevolaban la zona y embarcaciones llenaban la bahía cercana al escenario.

Madonna, emocionada, expresó: "Estamos en el lugar más hermoso del mundo", señalando la majestuosa vista al mar, las montañas y la icónica estatua del Cristo Redentor que domina la ciudad. "Este lugar es mágico", agregó.

Durante su actuación, la estrella pop rindió un emotivo homenaje a las personas afectadas por el sida, interpretando "Live to Tell" mientras se proyectaban fotografías en blanco y negro de aquellos que perdieron la vida a causa de esta enfermedad.

La sorpresa de la noche llegó cuando dos jóvenes artistas brasileños, Anitta y Pabllo Vittar, se unieron a Madonna en el escenario. Anitta actuó como jueza en una competencia de baile al ritmo de "Vogue", mientras que Pabllo Vittar se lució con una versión samba de "Music".

Todos, incluida Madonna, lucieron camisetas similares a las de la selección brasileña de fútbol, y la bandera de Brasil ondeaba en las pantallas del escenario.

El evento atrajo a una asistencia estimada de 1,5 millones de espectadores, superando el récord anterior de Madonna de 130.000 asistentes en París en 1987.

El concierto también representó un impulso económico significativo para la ciudad, con estimaciones de que inyectará 293 millones de reales (57 millones de dólares) en la economía local.

La organización del megaevento fue comparada con la víspera de Año Nuevo, con un despliegue de seguridad que incluyó la presencia de 3.200 militares y 1.500 policías civiles en estado de alerta. Aunque se temía por problemas de seguridad debido a la magnitud del evento, todo transcurrió con normalidad.

Madonna, quien ha dejado una huella indeleble en la industria musical durante cuatro décadas, sigue siendo una inspiración para artistas y aficionados de todo el mundo, como lo demostró el fervor y la pasión desatados en Copacabana durante su épico concierto.