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Murió Ian Wilmut, el científico que clonó a la oveja Dolly en 1996

El embriólogo integró el equipo que realizó la primera clonación exitosa de un mamífero, un desarrollo que generó polémica y que, a su vez, fue clave para los avances en medicina regenerativa.

Ian Wilmut, el científico que clonó a la oveja Dolly, falleció a los 79 años, informó la Universidad de Edimburgo, en Escocia, donde trabajó como profesor hasta su retiro en el 2012. La fama del embriólogo se asocia a la primera clonación exitosa de un mamífero, en 1996, a partir de una célula adulta. Su investigación demostró la viabilidad de generar réplicas genéticas idénticas de un organismo ya desarrollado, de forma asexual.

5 datos sobre Ian Wilmut, el científico que saltó a la fama por la clonación de la oveja Dolly

- Nació en 1944, cerca de Stratford-upon-Avon, en el Reino Unido.

- Desde pequeño mostró interés en la biología y las ciencias naturales; ya en la Universidad de Cambridge, sus investigaciones se centraron en la conversación del semen y los embriones. Hacia 1972, fue el primer científico que consiguió congelar, descongelar y transferir exitosamente un embrión de ternero, al que llamó Frostie.

- Trabajó en el Instituto Roslin de Edimburgo, donde desarrolló los primeros pasos hacia la posterior clonación de Dolly. Antes, clonó con éxito dos corderos.

- Fue nombrado caballero en 2008 —en tanto, hay que llamarle Sir Ian Wilmut— y se jubiló en 2012.

- Le diagnosticaron Parkinson en 2018 y desde entonces encabezó de un programa de investigación para frenar la progresión de esa enfermedad con terapias innovadoras.

La clonación de Dolly: un hito de la ciencia que generó polémica

Tal como se indicó, el nacimiento de la oveja Dolly el 5 de julio de 1996 fue el primer caso exitoso de clonación de un mamífero partiendo de una célula adulta. Wilmut fue la cara visible de este hito junto a Keith Campbell, del Instituto Roslin de Edimburgo, y la bióloga alemana Angelika Schnieke. Ellos consiguieron combinar componentes nucleares con una célula adulta, una técnica que requirió muchos años de investigación.

Tal como explicó en ocasión del 27° aniversario del nacimiento de la oveja Dolly, el proceso denominado transferencia nuclear tiene dos pasos fundamentales. En primera instancia, se extrae el núcleo donde se encuentra el material hereditario, a un óvulo no fecundado. Luego se toma el núcleo de otra célula y se le introduce a este óvulo. En la célebre investigación, una oveja de seis años de edad fue la que aportó sus células provenientes de la glándula mamaria.

A mediados de los 90′s, el anuncio revolucionó a la escena científica y la trascendió, desatando una intensa polémica en los medios de comunicación y en la sociedad en general. En ese marco, observadores, expertos y ciudadanos de a pie examinaron —cada uno a su modo— las implicaciones éticas de la investigación. Algunos dijeron que los científicos de Edimburgo “jugaban a ser Dios”. Además, el debate se profundizó con la siguiente previsión: tras clonar con éxito a una oveja, ¿cuándo llegaría el turno de las réplicas humanas?

Amén de la discusión —de los espasmos amarillistas y de los análisis válidos acerca del paso científico—, lo cierto es que el hito allanó el camino para la investigación sobre medicina regenerativa, según nota el sitio Engadget. Mientras que el experimento con Dolly demostró que las células pueden usarse para crear una copia del animal del que proceden, la siguiente prueba del embriólogo demostró que también pueden modificarse.

Polly, que nació en 1997, fue el primer mamífero clonado y genéticamente modificado. El equipo de investigadores empalmó los genes del huésped con uno humano para crear una oveja que produciría una proteína que falta en las personas con hemofilia. Aquel fue el último experimento de clonación de Wilmut, que pasó a trabajar en la Universidad de Edimburgo, enfocándose en la producción de células madre para la medicina regenerativa.

¿Qué ocurrió con la célebre oveja? Vivió en el Instituto Roslin, donde fue cruzada con un macho y tuvo seis crías. Dolly tuvo una muerte prematura. Una hipótesis factible indica que, en términos genéticos, nació con 6 años ya que fue clonada a partir de la célula de un animal con esa edad. Esto explicaría por qué “envejeció” más rápido de lo normal: en ese caso, se podría entender que vivió el tiempo normal para una oveja de su raza.