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Murió Maureene Dinar, una de las mejores diseñadoras argentinas: su historia de lucha, dolor y resiliencia

Nacida en Egipto, arrancó su carrera en Buenos Aires en los ‘80. Sufrió varias enfermedades graves, adoptó una nena de un hogar que apadrinaba y su creatividad transcendió fronteras.

“Mi misión en la vida es hacer linda a la gente”, decía Maureene Dinar, la diseñadora de modas nacida en Alejandría, Egipto, pero radicada en la Argentina desde 1969. En su extensa carrera, fue elegida como celebridades locales y del mundo, como Moria Casán, Susana Giménez, Elena Roger, Candela Ferro, Gizelle D’Cole, Nacha Guevara, Adriana Varela, Shakira, Melanie Griffith, Victoria Beckham y Liza Minnelli.

Llegó a la Argentina a los 11 años junto a su familia escapando de Egipto por problemas políticos. Antes habían vivido en varios países de Europa. .

Maureen Dinar, una creadora multifacética

Con una formación integral en arte, Maureene Dinar también era decoradora y realizó vestuarios para espectáculos de teatro, cine y televisión. Fue requerida por las revistas de moda para orientar sus producciones y es figura de consulta relevante para las alfombras rojas locales e internacionales.

Gerardo Sofovich la eligió para su clico La noche del domingo, donde se ocupó del vestuario durante ocho años, y también se ocupó fel vestuario de la obra teatral Brujas, de la mano de Moria Casán, que se mantuvo en cartelera durante una década.

En sus creaciones, Maureene Dinar integró arte y diseño. Un estilo sexy pero recatado, donde se destacaron las estampas, los bordados y terminaciones muy cuidadas. como sedas y otras telas con movimiento. Su predilección fue experimentar con diferentes texturas y mezclar lo opaco con lo brillante. Tenía un taller un taller especial de pintura y estampados, donde cominaba los cortes con brillos y bordados.

“Yo creo que la mujer Dinar es la que busca estar impecable en todo, muy femenina, la que quiere estar todo el tiempo reinventándose. Lo que me diferencia es que soy muy osada; siempre tuve audacia para tomar géneros inéditos y rearmarlos para un vestido o una blusa”, definía Maureene su propio estilo.

Cuando los juegos de la infancia pasan de la fantasía de vestir muñecas a la realidad de convertir un sueño en una forma de vida, se define el destino que privilegia el diseño como vocación.

En el año 2012, se animó a lanzar Litlle Mo, una cápsula de diseños para niñas de 3 a 12 años.

Una vida de dolor y resiliencia

En 1992, Maureene fue operada de un tumor cerebral. “Tenía un bebé de sólo siete meses. Fueron nueve horas de operación y no sabía si iba a vivir o no, porque te dicen que es una intervención muy difícil”, contó en 2016, después de afrontar otro diagnóstico: cáncer de mama.

Durante la pandemia, en 2020, recibió un golpe más: un problema cardíaco complicado. Vivió varios meses conectada a un respirado, pasó por un procedimiento a corazón abierto y 7 meses totales de recuperación. “Mi hija fue el incentivo de volver a casa. Era como que no podía creer que estuviera solita con Quique”, dijo en su momento al programa LAM.

Pero llegó un nuevo diagnóstico de cáncer, que le causó la muerte.

La historia de Maureen y Caroline, su hija adoptiva

La relación entre Maureen y Caroline arrancó diferente. La pequeña llegó a su casa cuando tenía un año y medio y la diseñadora cuatro hijos varones (Ian, Paul, Kevin y Philippe), “Soy madrina de una institución y una noche, me llamaron por teléfono para saber si podía cuidar a uno de los chicos que estaban internados ya que en el hogar había habido una epidemia de bronquiolitis. En ese momento, me estaba yendo de viaje por trabajo pero suspendí todo y la fuimos a buscar con mi marido”, contó a la Revista Pronto, en el 2014.

“Enseguida me agarró el dedo y no me soltó más. Yo tampoco a ella. Nos quedamos pegadas”, se emocionó en esa entrevista. Unos años después, cuando Caroline cumplió cuatro años, logró obtener su custodia completa. “Es mi gran compañera. Hacemos todo juntas. Es súper pegota y jugamos mucho. Es la luz de mis ojos”, afirmó en diálogo con Revista Caras, sobre su vínculo.

La moda argentina está de luto. En las redes sociales distintas personalidades que han trabajado con ella han destacado no solo su estilo sino también su personalidad volcánica y apasionada. Maureene Dinar se murió a los 70 años, en su casa, cerca de su marido de toda la vida, Quique Klein, con quien fueron padres de cinco hijos que la diseñadora adoraba. Su legado continuará.