Entrevista
Muscari: “Mi versión de Julio César es casi una versión Andy Warhol”
El dramaturgo y director teatral estrenará en abril una versión del clásico de Shakespeare, Julio César, protagonizada por Moria Casán y con música original de Louta.
José María Muscari es el dramaturgo y director de cine más exitoso del momento. En esta temporada, dos de sus obras están en cartelera. Incluso, una de ellas, Sex, se está realizando tanto en Buenos Aires como en Carlos Paz con dos elencos diferentes. El público elige las obras de Muscari por su calidad y transgresión, por la solidez y la contemporaneidad con la que muestra textos clásicos.
Para abril, prepara una adaptación de una de las piezas más poderosas de William
Shakespeare: Julio César, que protagonizará Moria Casán junto a un gran elenco. De todo esto y mucho más habló Muscari en exclusiva con este multimedio.
—¿Qué te llevó a escribir una obra como Perdida mente, con un tema tan tabú como el deterioro cognitivo?
—Después de casi dos años de éxito de Sex, que es un espectáculo que habla sobre el cuerpo, me pareció que estaba bueno hacer algo totalmente diferente. Entonces se me ocurrió que me tenía que meter con la mente. Ahí apareció la neurociencia, que es un tema que estuve investigando desde hace mucho tiempo. Incluso, leí muchos libros de Facundo Manes y de diferentes neurocirujanos que me ayudaron a pensar un poco el concepto del cerebro, y a partir de eso escribimos una historia con Mariela Asensio, que se mete de lleno con eso, con el deterioro cognitivo desde el concepto de la comedia. Y la verdad es que es un espectáculo superangelado porque desde que se estrenó, hace más de cuatro meses, se convirtió en una de las obras más convocantes de la calle Corrientes. Me encanta ese trabajo. Creo que en este momento lo más atractivo de la cartelera es que incluye dos espectáculos tan opuestos míos, ¿no? Uno totalmente performático, un show de alto impacto, en donde el texto es simplemente un condimento más, como es Sex, y un espectáculo absolutamente de texto, de emociones; una comedia de actuaciones con cinco intérpretes, mucho más convencional, en el sentido de que el público está sentado en su platea y el espectáculo sucede en el escenario. Y me gusta que esos dos espectáculos tan ambivalentes y tan diferentes convivan en este momento en la cartelera.
—En abril se estrenará Julio César, una adaptación que hiciste sobre la obra de Shakespeare. ¿Cómo llegaste a este clásico?
—Es un tercer desafío muy importante para mí. Primero llegó La Casa de Bernarda Alba de García Lorca, en su momento protagonizada por Norma Pons, que fue un verdadero hit; no solamente desde el resultado escénico sino a nivel comercial, desde los premios, desde lo que significó para mí un antes y un después. Dirigir un clásico y que, más allá de mi mote de transgresor y vanguardista, el medio y el público me puedan ubicar también en ese lugar de solidez que significa dirigir un clásico y adaptarlo. Después, en segundo lugar, llegó el turno de meterme con Madre Coraje; fue muy movilizante adaptar un Brecht y nada menos que con la genia de Claudia Lapacó en ese rol, también en una obra que me dio enormes satisfacciones, un año en escena. Y ahora llega el turno de Shakespeare. La verdad es que cada vez que me encuentro con una gran obra, como La Casa de Bernarda Alba o Madre Coraje, o ahora Julio César, siento que tengo un material de base extraordinario en el que me puedo permitir determinadas transgresiones, adaptaciones, deseos libres, sin traicionar al autor original. Shakespeare es uno de los autores más importantes del mundo y de todas las épocas, sus textos son clásicos. Y algo pasa a ser clásico cuando tiene la magia de hablarnos en el hoy de algo que fue escrito en el ayer. No hay obra más vigente que Julio César, que es la lucha por el poder político de una nación y el desmedido canibalismo de las personas por lograr el poder. En mi caso, la mayor digresión es que los personajes masculinos, que en su mayoría son los que les dan vida a los roles protagónicos de Julio César, son interpretados por mujeres. Pero en este caso no lo hacen componiendo personajes masculinos, sino trastocando su sexualidad. Es decir, son mujeres masculinizadas que no se convierten en hombres para actuar, sino que asumen ese discurso; lo cual vuelve al espectáculo muy interesante y movilizante, con la presencia estelar de Moria Casán en el rol de Julio César, maravillosamente acompañada por un elenco extraordinario que incluye a Alejandra Radano, Marita Ballesteros, Malena Solda, Mirta Wons, Vivian El Jaber, Mario Alarcón, Payuca del Pueblo: un elencazo. También, contará con la música original de Louta, que me parece le va a dar un sello superpoderoso; el vestuario y la estética de Costume. Siento que es un proyecto que tiene un montón de atractivos a su alrededor, que creo yo que van a convertirlo en el espectáculo más diferente, más atípico del establishment cultural de este año. Estrenamos a mediados de abril, primero en el cine-teatro El Plata y luego nos pasamos a la sala Martín Coronado del complejo San Martín, una de las salas más emblemáticas del teatro serio en la Argentina.
Un clásico sobre las tablas
—De todas las obras de Shakespeare, ¿por qué Julio César?
—Elegí de todas las obras de Shakespeare a Julio César por diferentes razones. Primero porque la considero supervigente. Segundo, porque me parece extraordinario meterme con el concepto del poder político, y por último porque creo que al hacer este trastoque de sexos, la obra me permite también hablar de algo absolutamente vigente como la diversidad; que tiene que ver con lo masculino y lo femenino, y con el choque cultural que eso significa. Y además porque es una de mis obras preferidas. Tiene una gran psicología de personajes, un muy atractivo relato. Los sucesos que pasan en la historia de Julio César son extraordinarios, es una obra icónica, es una obra monumental. Me gusta definirla como la obra más monumental de Shakespeare y siento que el Complejo Teatral Buenos Aires es el marco ideal para hacer un espectáculo tan poderoso.
Una protagonista muy especial
—¿Cuál es la vigencia de Julio César hoy?
—El texto es absolutamente vigente y la adaptación que yo hice la vuelve muy contemporánea y atemporal. Yo creo que los grandes autores tienen la maravilla de hablarnos de temas desde hace muchísimo tiempo, que repercuten en nuestro día de hoy y van a seguir repercutiendo, porque tienen la maravilla de captar una esencia intrínseca a los seres humanos. Así que desde ese lugar, Julio César, especialmente esta versión “3.0” que yo voy a dirigir y que incluye cámaras en vivo, tiene mucho que ver con la vanguardia y con lo contemporáneo. Es casi, te diría yo, una versión Andy Warhol con la presencia de Moria adentro del Complejo Teatral Buenos Aires, con los personajes trastocados, con proyecciones, con una puesta en escena absolutamente vanguardista y, como decía antes, incluyendo la música original de Louta, a quien considero uno de los mejores compositores de la nueva camada de músicos. Creo yo que es un espectáculo de una rotunda vigencia.