por ruta
Para viajar seguro en la ruta, seguí estos consejos muy prácticos
Quien maneja siempre debe estar atento al tránsito y el camino. Para los momentos de soledad al volante, hay algunos trucos que pueden hacer más liviano el viaje si se trata de distancias largas
Llega el último fin de semana de enero y con ello, el segundo recambio turístico grande de la temporada de verano de 2023. Muchos de quienes regresan, con el fastidio de terminar el tiempo de descanso, en cambio para quienes inician sus vacaciones, con la alegría de por fin salir a disfrutar unos días en algún destino donde la rutina desaparece y solo se trata de esparcimiento.
En cualquier caso, si el viaje es a un destino alejado, a todos les esperan una buena cantidad de horas en la ruta si la elección fue salir en el auto. Sin embargo, para quienes vuelven a casa, el viaje puede ser más tedioso, siempre se dice que el regreso se hace más largo que el viaje de ida, aunque la distancia sea la misma, por esas cosas de las emociones y la ansiedad en juego.
Así es que muy probablemente quién conduce el auto que está volviendo de las vacaciones, tenga que transitar varias horas en silencio y casi en soledad al volante, porque es común que los chicos y muchas veces los acompañantes adultos también, decidan dormir para que “el tiempo pase más rápido”, y de alguna forma, sin padecerlo tanto.
“Hay que darle charla al que maneja, si se lo deja solo se puede dormir”, es una antigua frase que se escucha todavía hoy cuando se planea una salida larga en automóvil, y aunque para muchas personas no es de ese modo, mantener la mente ocupada es una gran solución que combate el aburrimiento y por lo tanto la posibilidad de quedarse dormido al volante.
1- Escuchar radio AM
Hay dos razones por las que sintonizar una estación de radio AM es una buena forma de estar entretenido. La primera es el contenido mismo de la programación que se escuche, pero la segunda es que a medida que pasan los kilómetros, la onda de AM se va perdiendo hasta convertirse en un ruido molesto más que en una compañía.
Eso ya es un hecho que ayuda a estar ocupado, porque por momentos se pone muy dificultoso entender lo que se dice, entonces empezar a buscar otra emisora con mayor potencia o que por cercanía comienza a escucharse mejor, es una ocupación que entretiene al conductor.
En los modelos actuales, donde la sintonía es digital y automática, y en la mayoría se comanda a distancia, se puede cambiar de estación sin sacar los ojos de la ruta y las manos del volante. Las estaciones de FM tienen un sonido más agradable, naturalmente, pero tienen un alcance menor y obligan a estar más tiempo buscando una radio para tener de compañía.
2 - Cuentakilómetros
Usar los marcadores de kilometraje de la ruta para hacer distintos cálculos es una opción que mantendrá ocupado al conductor sin quitar la vista del camino
Usar los marcadores de kilometraje de la ruta para hacer distintos cálculos es una opción que mantendrá ocupado al conductor sin quitar la vista del camino
Quien va al volante tiene la posibilidad de ver los carteles de las señales viales, pero también los mojones que cada ruta nacional y provincial coloca cada 1.000 o 2.000 metros. Hay varios juegos mentales que se pueden hacer con estas indicaciones.
Uno es controlar que coincidan los carteles verdes con la cantidad de mojones. Si un destino intermedio del viaje está marcado en un cartel verde como distante a unos 40 kilómetros, contar cuántos mojones hay hasta llegar a ese punto parece algo sinsentido, sin embargo, comprobarán que no siempre hay coincidencia, y a veces el margen de error es bastante grande.
Otra cosa que se puede hacer es intentar mantener la velocidad constante y contar mentalmente los segundos para tratar de verificar que estén efectivamente a 1 o 2 kilómetros del punto anterior. Hay varios trucos para saber cada cuanto pasa un segundo sin mirar un reloj, suele ser agregando una palabra de cuatro sílabas entre número y número, por ejemplo “un elefante, dos elefantes, tres elefantes…”
El tercer juego que puede ser un buen entretenimiento es el de calcular la diferencia entre el velocímetro y la velocidad real. Hoy, con las aplicaciones de Google Maps o Waze, se puede ver la diferencia entre la velocidad que marca la aguja y la que realmente se está circulando, que suele ser de un 2 a un 3%. Pero si lo que se pretende es desafiar a la mente para hacerlo y de paso tener un entretenimiento al volante, se puede poner el auto a 120 km/h, una velocidad razonable para la ruta abierta (siempre que no haya una indicación contraria, claro), y saber que a esa velocidad, se deberían pasar dos mojones en un minuto.
3 - Cálculo de horario
El otro desafío que se puede hacer jugando con el promedio de velocidad y el tiempo, es calcular distintos puntos del camino y trazar una “hoja de ruta” con horarios estimados de arribo. Pero el juego tiene que comenzar al comenzar el viaje, para que sea más difícil y para que durante el trayecto se pueda ir comprobando si el promedio es el esperado, si el cálculo fue equivocado o si hay que perder menos tiempo en las paradas.
De paso, este juego le permitirá al conductor, poder ponerle un horario a las paradas intermedias y un horario de llegada a destino, al que suele ser una verdadera problemática porque los chicos hacen la pregunta cada vez con menor intervalo de tiempo a medida transcurre el viaje.
4 - Cálculo de combustible
Conocer la autonomía del auto es muy importante para planear un viaje. Saber con cuantos tanques se llegará a destino permite saber la cantidad de veces que hay que detenerse. Si se pretende llegar en el menor tiempo posible de acuerdo a las velocidades máximas permitidas a lo largo de la ruta, hay que aprovechar esas paradas para descansar el cuerpo de una misma posición, estirar las piernas, ir al baño o comprar algo para comer o tomar.
Pero las paradas deben ser organizadas de modo de no llegar al límite de la autonomía para hacerlas. Si el auto tiene una capacidad para recorrer 600 kilómetros con el tanque completo, la detención recomendable es a los 500 kilómetros, de modo de no tener que estar pendientes de encontrar la estación adecuada y no consumir los últimos litros del tanque, que pueden arrastrar residuos que se depositan con el tiempo en el fondo del depósito.
Durante el viaje, en los autos que tienen computadora de consumo a bordo, cambiar alternativamente la función de autonomía y de consumo instantáneo, permite verificar si el cálculo está bien hecho o si hay que conducir con menos acelerador y mayor velocidad constante para que la detención sea en el lugar planeado. También es bueno saber las distancias previamente a iniciar el viaje, porque hay tramos de rutas que no tienen tantas estaciones y a veces desconocer ese dato puede resultar una trampa para el cálculo, obligando al conductor a aminorar la marcha muchos kilómetros para poder llegar al punto de recarga.
5 - Mirar con atención adentro y afuera
El último consejo no debería ser una opción, sino una obligación, y es conducir verificando permanentemente las funciones del auto y el estado del tránsito. Aunque no parezca tan importante, hacer una recorrida por todos los relojes y pantallas que monitorean el modo en que está funcionando el auto es una rutina entretenida y segura. El repaso debe verificar la temperatura del motor, tanto de agua como de aceite en los autos que también aportan este último dato, el consumo de combustible y la autonomía y que las luces bajas estén encendidas.
Paralelamente, prestar atención a los autos que vienen en sentido contrario, si se trata de una recta muy larga como las que se encuentran en los caminos hacia destinos en la Patagonia, hacerles señas de luces cuando están a una distancia prudencial como para que devuelvan la misma seña, es un modo de verificar que está atento. Esto vale tanto de día como de noche, porque permite asegurarse que ha sido visto por los demás.
También en rutas donde hay viento, es importante tomar el volante firmemente cuando se va a cruzar con otro vehículo que viene en el sentido contrario, en especial si es un camión o un bus de larga distancia, ya que estos pueden generar el “efecto vela”, por el cual cambia la fuerza que hay que hacer sobre el volante para compensar el viento.
Finalmente, mirar los espejos al menos una vez o dos veces por minuto, y siempre hacerlo antes de iniciar una maniobra de sobrepaso, además de colocar la luz de giro para avisar la maniobra que se está por iniciar, asegura evitar sustos propios y ajenos, ya que es común encontrar autos que viajan a mucha más velocidad y se acercan en muy pocos segundos.