Entrevista

Patricia Echegoyen y Julieta Nair Calvo ponen su voz en "Gato con botas: el último deseo"

Por primera vez en su carrera, las talentosas intérpretes participaron en el doblaje de una animación, en este caso en la superproducción que tiene al mítico felino como eje de la narración.

Gato con botas: el último deseo, que llega el 5 de enero a los cines, tiene a Patricia Echegoyen y Julieta Nair Calvo en el casting de voces latinas. El filme, protagonizado por Antonio Banderas y Salma Hayek, narra cómo Gato debe empezar a prestar atención a cuidarse en sus aventuras, porque ya no tiene más vidas. En un momento lidiará con Ricitos de Oro (Nair Calvo) y los tres osos, liderados por Mamá Osa (Echegoyen). Para saber más sobre su trabajo en la película, este multimedio dialogó anticipadamente con las actrices.

—¿Cuál era el dibujito preferido que tenían cuando eran chicas?

—Patricia Echegoyen: En mi caso cuando era chica no me acuerdo, pero Toy Story, por ejemplo, me encantó, y ahora las volví a ver con mi hija, y ella es fanática de las películas.

—Julieta Nair Calvo: No sé si tenía uno favorito, pero uno que me conmovía mucho era Trapito, más viejo, tengo 84 años.

—PE: Ahora me acordé e Hijitus también me gustaba. Igual vuelvo con Toy Story, cuando fui a Disney y estaban los personajes, te juro que me emocioné, parecía una tarada llorando porque los tenía ahí.

—Y ahora vas a ir a Universal y van a estar estos personajes a los que ustedes les pusieron la voz...

—PE: Es muy fuerte, no te digo un sueño porque nunca me imaginé en ponerle la voz a una película así, pero la verdad es que la vida te da sorpresas, y esta es una sorpresa muy grata, feliz y apasionante porque se abrió toda una cosa que no había hecho nunca, y mirá que una ha recorrido un largo camino, pero esto me fascinó, de verdad.

—JNC: A mí me pasó exactamente lo mismo, nunca había hecho un doblaje y cuando mi representante me llama para preguntarme si me gustaría hacer el casting de esta gran película, que además me dijo que Antonio Banderas una vez más le iba a poner la voz a Gato, cuando quedé me puse muy feliz porque era todo un desafío.

Uno no se imagina lo difícil que es ponerle la voz a un dibujito que ya está hecho, que mueve la boquita de determinada manera, tiene una mirada, pausas, sus pensamientos, son tan expresivos los dibujos que los podés hasta ver, entonces hacer coincidir tu voz, y que esa voz tenga verdad y que tenga el sentimiento que tiene que ir, y las pausas para las contestaciones de los otros personajes, es realmente difícil, pero cuando lo ves, lo lindo que queda y lo hermoso y gratificante de haberlo hecho es maravilloso.

—PE: Y darle verdad, y darle sentimientos sin caer en el estereotipo de porque es un dibujito hablar afectadamente, entonces para mí fue muy hermoso y me conecté con mi madre osa “interna”, y con la puesta de límites a la hija adolescente, que es tremenda. Cuando la vimos no lo podíamos creer.

—JNC: Es una película para toda la familia de verdad, no es que es una película de dibujitos y vas con tu hijo y la ves, y bueno, él se divierte y vos no, esta es una película que atrapa a los adultos, tiene muchos guiños para los grandes también.

Gato es un personaje muy gracioso, cómo lo interpreta Banderas con su voz es alucinante, y también, si bien tiene mucha comedia, tiene una gran parte emocional, con mucho quiebre, mucha emoción y verdad, vuelta al corazón y eso es lindo como mensaje para los niños, la familia, después de ver la película pueden charlar y ver qué les pasó, los personajes crecen en la película y eso es hermoso.

—PE: Claro, y el mensaje que da la película, porque como madre he pasado por muchos dibujos, y siempre hago hincapié en qué mensaje dan, porque uno tiene que tener mucho cuidado.

Acá justamente me gusta el mensaje que da, volver a la fuente, detenerse, parar la locura, mirar, y los vínculos, esta familia ensamblada, no dejarse llevar por las apariencias, un montón de cosas que toca la película, y que me parece muy piola que los chicos vean y la familia en general.

—¿Qué le pasa al actor al solo contar con la voz para interpretar?

—JNC: Al principio yo estaba con mis auriculares, porque nos dirigían desde México, y había retomas para que sea perfecto, y yo pedía tiempo para pararme, y lo hacía con el cuerpo para que termine siendo verdadero, porque si no es imposible que la voz no acompañe algo y el cuerpo está en movimiento.

—PE: La voz es consecuencia de un movimiento y en este caso a la inversa, es muy difícil que el cuerpo quede quieto, por eso digo que fue un juego maravilloso y se abre una faceta de mi carrera impresionante.

—¿Qué fue lo que más les gustó de sus ­personajes?

—JNC: A mí me parece muy interesante el quiebre que tiene el personaje, su recorrido, con otras búsquedas y que por un momento se pierde, tiene un momento en el que hay algo que sucede con Mamá Osa, que es muy emocionante, de crecimiento, de edad y espiritual.

—PE: Yo tengo la teoría que cada personaje te llega en el momento que te tiene que llegar, como en la vida, y ahora que soy madre de una adolescente, Mamá Osa me personifica cómo soy como madre, porque tiene humor, que yo lo tengo, carácter, y por momentos sentimientos con los cuales llego al corazón, sin retar, porque el reto no conduce a nada, sino que hay que ir desde otro lugar, y en eso es muy parecida a mí, así que por algo quedé.