Peces Raros sorprendió con una colaboración con Trueno

Hace un tiempo, un amigo me sugirió escuchar a Peces Raros. La pandemia flotaba entre nosotros y todavía no había absolutamente ninguna posibilidad de regresar a lo conocido. Pensar en asistir a un show era lo más parecido a una utopía. En ese contexto, me compartió algunos temas de “Anestesia”, su disco lanzado en 2018. Justo antes de que toque play para reproducir su sugerencia, me volvió a escribir y me advirtió: “Esto es importante, a Peces se los escucha en vivo”.

Casi dos años después, en 2021, la banda lanzó “Dogma”, su cuarto disco de estudio y regresó, poco a poco, a los escenarios. En medio de las giras festivaleras de este verano, los encontré. Durante los cuarenta y cinco minutos que duró su show, mi atención se vio totalmente acaparada por lo que Peces Raros generaba arriba y abajo del escenario. Un combo infalible conformado por música sin cortes, juegos de luces, cambios de clima y la euforia del público.

Unos meses después de mi primera experiencia en un (mini) show de Peces Raros, me encuentro con Marco Viera y Lucio Consolo en Capital Federal. Como si ya nos hubiéramos visto antes, empezamos a charlar en confianza.

-Empecemos por Dogma, su último álbum. Un disco en el que trabajaron mucho y que hace muy poco pudieron tocar por primera vez en vivo....

-Marco: Sacar el disco fue sentir que terminó la pandemia. Lo hicimos, literalmente, durante toda la pandemia. Creo que tiene que ver con que no teníamos intenciones de sacarlo sin poder tocarlo en vivo, así que decidimos tomarnos el tiempo necesario. Una vez que pudimos finalmente publicarlo y tocarlo, sentí que fue el regreso definitivo.

-Justo antes de compartirlo, dijeron que realmente iban a sentir que lo lanzaron cuando lo tocaran en medio de un show lleno de gente...

-Lucio: Sí. Nosotros somos una banda que depende del vivo en un montón de sentidos. La narrativa de nuestro show es similar a lo que es el set de un DJ. Las canciones sufren o gozan transformaciones para que queden circunscriptas a una narrativa electrónica. Adquieren un sentido extra con el show en vivo. Se completa algo de la dimensión de la canción para nosotros. El círculo se completa definitivamente cuando tocamos.

Un ejemplo de eso fue el show que hicimos en Niceto este año. Si bien habíamos vuelto a tocar antes, esa fue la primera vez que sentí que todo había vuelto a la normalidad: la experiencia, la convocatoria, la forma de vibrar del público. Había pasado un tiempo desde el lanzamiento y creo que la gente se había vinculado con nuestras canciones. Ese día vimos el resultado de “Dogma” y fue increíble.

-¿Hubo algo que les sorprendió en esa recepción?

-M: Sí. Creo que nos imaginábamos los efectos que podrían tener algunas canciones y, de repente, la gente reaccionaba de otra manera. Nosotros trabajamos mucho en cómo la audiencia se vincula con nuestros temas. Es un hábito que heredamos de nuestras pequeñas prácticas como DJ. Tenemos en consideración todo eso para ir generando diferentes momentos y estadíos. Lo lindo es sorprenderse en el vivo, en la cancha, donde realmente ves qué funciona.

-L: Creo que en ese show la gente conectó mucho con lo que imaginamos. Los momentos culmines fueron muy celebrados. Lo mismo pasó con las bajadas; tuvieron una buena recepción. Percibimos una conexión muy fuerte con la gente, una retroalimentación, una comunión muy linda.

-Hablando de unión, hace poquito se juntaron con Trueno y lanzaron juntos el remix de “Cicuta”. Sorprendió mucho la colaboración entre dos universos tan diferentes...

-L: La idea parte de una osadía de Trueno y su equipo. Nos dijeron que venía escuchando nuestro tema y que quería subirse. No sabíamos bien qué significaba eso pero se le compartimos. Sorpresivamente, su equipo nos respondió con la canción junto a las voces de Trueno. Ahí comenzó un laburo fuerte, honesto y trasparente de ambas partes donde cada una proponía para obtener la mejor fusión. Cuando sentimos que teníamos algo lo suficientemente bueno, decidimos juntarnos en el estudio. El mismo día de la grabación flasheamos el videoclip. Para nosotros el resultado es muy bueno y se percibe muy genuina la participación.

-M: La verdad es que fue una gran sorpresa. Nunca se nos hubiera ocurrido esta idea. Nos gustó mucho su último tema y somos de escuchar todo lo que sucede a nuestro alrededor, sea o no nuestro estilo. Cuando llegó la propuesta fue loco pero la sentimos muy orgánica y natural. Y a nosotros nos terminó pasando lo mismo. Resultó ser un intercambio súper genuino con un resultado que nos tiene contentos.

-Creo que este feat habla de una gran apertura de parte de ambos...

-M: Totalmente. Nosotros nunca hicimos una colaboración y jamás nos imaginamos hacer algo con Trueno.

-L: Venimos de una escuela rockera y electrónica. El contexto hoy es muy distinto y hay muchas movidas. Ejercitamos mucho la idea de escuchar de todo. Tomamos cosas de géneros que quizás no nos copan tanto y también dejamos de lado cosas de géneros que sí nos gustan. Buscamos romper con prejuicios y poner en jaque los estándares del gusto. Y, obviamente, queremos nutrir nuestra obra. Por ejemplo, en “Cicuta” tomamos recursos del trap. Siempre estamos buscando algo más.

-¿Cómo continúa el año para Peces Raros?

M: Tenemos mucho en mente para trabajar este año. A grandes rasgos, se vienen más shows. Queremos hacer una fecha más en Capital Federal y girar por el país. Soñamos con seguir expandiéndoos y que la música llegue a otros países. Estamos trabajando para todo eso.

L: Con respecto a la música nueva, estamos preparando algo. Solo puedo decirte que es más tecno, y nada más (se ríe).

Después de este intercambio, la sugerencia de mi amigo tomó más fuerza y, por qué no, se convirtió en un objetivo para este 2022: hay que ver un show de Peces Raros en vivo.