“Pensamos que la música debería conmover y emocionar”

Fundado en La Habana, Cuba, el dueto identificado como Karma está compuesto por la pareja de Fito Fernández y Xóchitl Galán, dos artistas de primera línea que acaban de darle la bienvenida a su hija.

A lo largo de su carrera, este grupo que se gestó a mediados de los años noventa, decidió que se abocará a los más pequeños a través de canciones y melodías coloridas. Interpelarían asimismo a otras disciplinas como el lenguaje audiovisual, la ilustración y la literatura para llegar a una propuesta integral.

Durante el recorrido lanzaron trabajos discográficos, pero también editaron libros y crearon una web que permite consumir sus obras.

Para celebrar la vuelta a los escenarios, la pareja dará un show mañana a las 17, en la Sala Ópera ubicada en la calle 58 entre 10 y 11. Además las entradas pueden adquirirse en el lugar o a través de la web livepass.com.ar.

En diálogo con este multimedio, los también intérpretes de clásicos infantiles dieron cuenta de cómo pusieron manos a la obra para este viaje y ahondaron en los preparativos para la mentada función que se avecina. Además, reflexionaron sobre sus modos de producción y revelaron qué canciones pondrán en juego para toda la familia.

—¿Qué expectativas y qué sensaciones les rodean sobre su presentación en La Plata?

—Siempre nos resulta muy esperado y grato el reencuentro con el cálido público de La Plata. Esta vez con la energía de las vacaciones de invierno, vamos entregados al disfrute que nos da cantar para toda la familia.

—¿Cuáles son los detalles de la función que darán en La Plata?

—En este concierto hacemos un recorrido por los temas más conocidos del dúo y también habrá canciones de las más nuevas que formarán parte del próximo disco.

En nuestro habitual formato de dúo: guitarras y dos voces, kalimba y algunas percusiones corporales. Muchas de las canciones proponen juegos e interacción con el público. Siempre con géneros de nuestra música cubana.

—¿Cómo viven el trabajo destinado a los niños? ¿Tiene sus particularidades?

—Desde el momento de sentarnos a hacer una canción destinada a público de todas las edades ya estamos transitando una especie de disfrute cercano a lo lúdico, volvemos de alguna manera al cofre que es la infancia para encontrar allí mucho de lo que está en las canciones y esto unido a todo lo que nos emociona como adultos son los ingredientes que impulsan a hacerlas, luego todo el rigor y complejidad que lleve cada tema según su género o arreglo.

Porque pensamos que la música para todas las edades debería conmover, emocionar y decirle algo también al adulto que en definitiva es quien le acerca a los más pequeños lo que escuchará. No minimizar o simplificar ni textualmente y musicalmente las canciones es respetar a las ­infancias.

—¿Por qué recomendarían al público a acercarse a esta propuesta?

—Será un momento para disfrutar toda la familia. Un acercamiento a la música y tradiciones cubanas que va con toda la calidez del Mar Caribe.