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Por estas razones, convivir con un gato mejora tu vida

El amor de un animal tiene un efecto positivo en la autoestima del ser humano con el que convive y estimula en los niños el sentido de la responsabilidad, la memoria y la concentración.

Los gatos son grandes animales de compañía. La decisión de adoptarlos implica una gran responsabilidad y un compromiso por muchos años, tantos como los que viva nuestro compañero.

Por otra parte, está demostrado científicamente que las personas que integran a estos animales a su estructura familiar suelen ser más sanas y sobre todo más felices.

En ese contexto, los gatos pueden contribuir a reforzar el sistema inmune, reducir el estrés y mejorar la tensión arterial de sus humanos convivientes.

A diferencia de otros animales, los felinos domésticos necesitan menos cuidados, al ser muy independientes.

Suelen comer varias veces al día de un comedero suministrador debiendo solamente asegurarnos que haya suficiente comida y que su bandeja sanitaria esté siempre limpia.

El amor de un animal tiene un efecto positivo en la autoestima del ser humano con el que convive y estimula en los chicos el sentido de la responsabilidad, la memoria y la concentración.

Muchas veces son una insustituible ayuda para recuperarse de un trauma emocional.

Si queremos hacer una incompleta lista de sus beneficios podemos comenzar por los siguientes:

1. Mantiene sano el corazón

Los convivientes con gatos tienen un 30% menos de probabilidades de padecer enfermedades cardíacas.

2. El ronroneo calma los nervios

Los ronroneos felinos facilitan la reducción del estrés , como así también ayudan a bajar la tensión nerviosa relajando a quien convive con ellos.

3. La diversión es salud

Las personas que tienen un gato en su familia multiespecie habrán vivido en incontables ocasiones un momento cómico por su causa. La risa es salud logrando disminuir el nivel de cortisol y mejorar la memoria a corto plazo en personas mayores.

4. Optimizan la respiración

Los gatos son capaces de mejorar nuestra respiración reduciendo las dificultades respiratorias y disminuyendo los riesgos de contraer asma. Es obvio que la excepción es la alergia a la proteína del pelo del gato por parte de algunas personas lo que limita la convivencia.

5. Son antidepresivos

Acariciar a un gato ayuda a mejorar el estado de ánimo y es muy útil en la depresión, inspirando tranquilidad.

6. En el autismo ayudan a la comunicación

Las intervenciones asistidas con animales, en especial con gatos, ayudan a superar las dificultades comunicacionales en las diferentes presentaciones del espectro autista logrando incrementar sentimientos tales como la confianza y el amor, al acariciar a los gatos.

7. Mejoran la salud de los ancianos

Los adultos mayores que conviven con un gato poseen un mayor bienestar psicológico y son capaces de llevar a cabo las actividades diarias con mayor predisposición.

8. Eliminan la sensación de soledad

Los gatos son capaces de cubrir las necesidades sociales de su dueño a la par de un ser humano, atenuando el sentimiento de soledad