EDUCACIÓN

Recomiendan no escaparle a las preguntas de los jóvenes sobre educación sexual

Además, los especialistas destacaron la importancia del abordaje de cara a las situaciones de violencia de género.

Referentes del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) coincidieron en destacar lo "fundamental" de profundizar este abordaje para tratar las cuestiones de violencia de género dentro y fuera del aula, y recomendaron a los adultos "no escaparle" a las preguntas que puedan surgir en los jóvenes.

"A través de la ESI vemos cómo aprendemos e internalizamos los roles estereotipados y violentos para trazar un recorrido con vínculos más equitativos y saludables", manifestó a Télam Cecilia Valeriano, directora de Programas de la Fundación Huésped.

La ley 26.150 de Educación Sexual Integral fue sancionada el 4 de octubre de 2006 y aporta recursos para construir vínculos respetuosos, igualitarios y sin violencia y también ayuda a expresar sentimientos y emociones.

En este contexto, Valeriano explicó que es necesario "pensar los espacios de encuentro con las familias para hablar de ESI" y señaló que no se necesita un "espacio paralelo", sino que tiene que ser parte "de la cotidianeidad de la institución educativa y permitir que otros la puedan demandar".

Con respecto a los hechos de violencia de género visibilizados, la profesional recomendó a los adultos "no escaparle" a las preguntas que puedan surgir en los niños y jóvenes al respecto.

"Un temor que aparece mucho en adultos es la sensación de no saber lo suficiente, no tener conocimientos adecuados para sentarse con los chicos a hablar del tema", señaló la especialista, y agregó que hay que "animarse a hacerse las preguntas".

"Podemos acompañar en la búsqueda de esas respuestas en la discusión, en explorar esas dudas que les aparecen y en que sientan confianza, cuando habilitamos eso, habilitamos un vínculo de cuidado saludable, de reconocer que nos interesan sus preocupaciones", explicó.

Incluso, en caso de no tener todas las respuestas o no poder resolver las preocupaciones, "podemos empatizar con eso que les pasa y acompañarlos a algún lugar de cuidado y no de sanción o no de mentiras".

Por su parte, Celeste Adamoli, socióloga y directora de Educación para los Derechos Humanos, Género y ESI del Ministerio de Educación, señaló que el rol de la ESI es "muy importante en continuar educando en la igualdad entre los géneros", y cuestionar las desigualdades "desde las más pequeñas e invisibles como los micromachismos hasta las más atroces como los femicidios".

Adamoli también hizo hincapié en que es aún debe "fortalecerse" la aplicación del Programa y sus contenidos "para lograr que las actuales y nuevas generaciones estén libres de violencias".

En concordancia, Daniela Giacomazzo, psicóloga y docente especialista en ESI, señaló a la escuela como el "espacio propicio" para abordar elementos relativos a las situaciones de acoso y de abuso, y "poder trabajar las temáticas en relación al respeto, el cuidado del propio cuerpo y el de los demás, en identificar qué es el consentimiento y poder decir que no".

La coordinadora del área de expansión comunitaria de la asociación civil Fusa destacó la importancia de "pensar la violencia en todos sus tipos", no solamente física, sino "emocional, económica, sexual, y simbólica", y poder trabajar en espacios de confianza con los adultos para poder intervenir en situaciones de violencia.

A su vez, recalcó el "rol fundamental" que cumple el sistema educativo, no solo en la detección temprana de los hechos de abuso, sino también en la prevención de estas situaciones.

En relación al 8 de marzo, Giacomazzo resaltó que el rol de la ESI es "fundamental", en principio "para visibilizar la importancia de la aplicación de la ley".

"Sabemos que hoy en día no se aplica de manera homogénea la Educación Sexual Integral en todo el país, que faltan profundizar sobre esta política, pero también sabemos que es un instrumento que existe en el cual podemos afianzarnos para poder trabajar estas temáticas en el ámbito educativo", señaló la docente.

Con respecto a cómo manejar estos temas entre los niños y jóvenes, la especialista identificó como necesario "poder hablar de masculinidad hegemónica", y cómo "construir modelos positivos, diversos e inclusivos para construir vínculos más saludables".

"Si la masculinidad hegemónica impone un modelo único y obligatorio sobre cómo ser varón, lo bueno es que este modelo se puede desarmar y trabajar en los procesos de socialización a través de la escuela", agregó.

La especialista también remarcó la importancia de no pensar la ESI solo en el ámbito educativo, sino hacerlo en distintos lugares como "la familia, la educación no formal, los medios de comunicación", para pensar de manera "más amplia y abordar la ESI desde las infancias, la adolescencia y también en la adultez y las vejeces".

Por último, Celeste Mac Dougal, activista y docente especialista en Educación Sexual e Inclusiva, señaló a Télam que venimos "de miles y miles de años de construcción del patriarcado y cultural de las violencias machistas", y que la ESI tampoco "reemplaza el rol y las obligaciones del Estado como ejecutor de políticas públicas".

Además, remarcó que, desde que existe la educación, "siempre se educó sexualmente" a través de la familia, la Iglesia y las instituciones, pero "el tema es desde qué perspectivas se da la educación sexual".

"No se puede pretender que la ESI resuelva los problemas de una justicia machista y patriarcal que está perpetuando con respecto a la impunidad de violadores, abusadores y violentos, ni tampoco que deba reemplazar las políticas públicas de acompañamiento a las víctimas", expresó Mac Dougal.

Sin embargo, concluyó en la importancia de este tipo de educación integral para "construir sujetos libres" y promocionar vínculos "consensuados, respetuosos, amorosos y placenteros".