nuevo estudio

Reproducción asistida: la edad paterna influye en el éxito de los tratamientos

Según el trabajo, los hombres comienzan a afrontar mayores problemas a partir de los 37 y no de los 45 años como tradicionalmente se creía. La calidad del semen disminuye y se incrementan las pérdidas tempranas de gestación.

Un nuevo estudio indica que la edad de los hombres es un factor clave para la eficacia en los tratamientos de reproducción asistida. Según la investigación realizada en 300 casos de Paraguay, los 37 años representan un nuevo punto de inflexión: en promedio, quienes superan esa edad suelen enfrentar mayores problemas al momento de tener hijos, en la medida en que se incrementan las pérdidas tempranas de gestación. La contribución, liderada por el bioquímico y especialista en andrología argentino, Conrado Avendaño, constituye una de las primeras evidencias que pone el foco en los varones más jóvenes, por lo general, una población a la que no se le prestaba mucha atención.

El trabajo --del que también participaron médicos e investigadores de diversas disciplinas-- se plantea como un nuevo aporte en el abordaje de la infertilidad. Durante el estudio, coordinado desde Neolife Medicina y Cirugía Reproductiva en Paraguay, se evaluó la eficacia de los tratamientos de reproducción asistida en hombres de distintas edades. Como resultado, se pudo advertir que a partir de los 37 años afrontaban mayores pérdidas de embarazo.

Certezas que plantean nuevas dudas

Así lo describe Avendaño: “Se trata de un análisis retrospectivo a partir de 300 casos. Lo que hicimos fue evaluar el impacto que tenía la edad paterna sobre los tratamientos de reproducción asistida. Lo interesante es que, en primera instancia, la hipótesis de corte que teníamos era a los 45/50 años, pero cuando comenzamos a hacer la estadística vimos que a partir de los 37 años ya empieza a observarse un aumento en los abortos”. Según el referente de la Sociedad Argentina de Andrología, aunque a priori los embriones presentan una morfología adecuada, luego son transferidos y al poco tiempo muchos de los embarazos se pierden.

Lo probaron en óvulos donados de mujeres jóvenes sin ninguna patología y en óvulos que provinieran de pacientes con alguna afección vinculada a la infertilidad. El objetivo era descartar cualquier tipo de anomalía que tuviera origen en las mujeres para concentrarse en los hombres. “En ambos casos, vimos que si el varón superaba los 37, se duplicaba la tasa de aborto”, observa el científico.

Cuando se busca indagar sobre las razones de esta situación, los interrogantes superan a las certezas. “Se sabe que conforme transcurre el tiempo disminuye la calidad seminal, pero claramente hay algo más que no vemos en el espermograma. Posiblemente sea genético, pero no podemos confirmarlo”, subraya. En modelos animales, ya se han identificado mutaciones en machos con edad avanzada. Hallar la causa precisa, en esta línea, sería clave para seleccionar aquellos espermatozoides que reporten dicha alteración.

La investigación fue presentada en el Congreso de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (RedLaRA) celebrado en Medellín, Colombia; así como también en el Congreso de la Sociedad Argentina de Andrología, realizado en Rosario. En este último caso, el aporte realizado por Avendaño fue reconocido con el premio al mejor trabajo. En el presente, buscan ampliar la muestra y realizar la investigación en diferentes países (un estudio de carácter multicéntrico) y difundirlo en una revista académica internacional.

Desplazar la lupa

Cuando las parejas no pueden concebir de forma natural recurren a métodos de reproducción asistida, en la medida en que se presenta como una opción que brinda nuevas esperanzas para personas que tienen el deseo de dejar descendencia. Tradicionalmente, los problemas solían ser adjudicados a las mujeres (aunque en la mayoría de los casos, las razones no estuvieran tan claras); de hecho, los laboratorios ofrecen muchos más estudios que los que se hacen en el hombre. “A las mujeres, en edad materna avanzada, solemos aconsejarlas sobre los riesgos de pérdida de embarazo, o bien, de algún tipo de anomalía. En el varón, sin embargo, no hacemos nada. Solo indicamos algún examen de semen y si está todo bien se le indica el tratamiento más conveniente”, relata Avendaño.

“Todos conocemos varones adultos, de 60 0 70 años, que han logrado embarazos. Solemos pensar, por ello, que generan espermatozoides hasta la muerte. Bueno, parece que no es tan así como creíamos e, incluso, también vemos que pueden transferir algunas alternaciones al chico. A partir de bibliografía a nivel internacional, los hijos nacidos de varones mayores de 45 años afrontan más posibilidades de complicaciones en la salud, como esquizofrenia y trastornos del espectro autista”, precisa el doctor en Ciencias de la Salud.

La contribución realizada por el experto argentino y su equipo puede servir, en el futuro, como pista para que las parejas logren planificar sus familias de una manera más precisa. Si se tiene en cuenta la edad paterna como una variable de peso, se podrá afrontar un tratamiento de reproducción asistida con una edad adecuada y, por lo tanto, con más chances de éxito. La evidencia científica, una vez más, se revela clave.