Hoy 7 de agosto
San Cayetano: quién fue, su oración, qué se le pide, por qué
Cada 7 de agosto se reúnen frente al santuario de San Cayetano ubicado en Liniers, miles de fieles que rezan para pedir y agradecer.
Cada 7 de agosto se celebra el recuerdo y homenaje al patrono del pan y del trabajo. El presbítero italiano murió un día como hoy en 1547. En 1629 fue beatificado por el papa Urbano VIII y en 1671 fue canonizado por Clemente X.
Nació el 1° de octubre de 1480 en la región italiana de Vicenza contenido por su familia, la de los condes de Thiene, y de allí el nombre con el que es conocido.
En 1506 se dirigió hacia Roma para seguir su vocación religiosa luego de estudiar Derecho en la Universidad de Padua. Trabajó como secretario privado del papa Julio II y tras la muerte de este se preparó para sacerdote. Fue instruido como tal en 1516.
Profesó el catolicismo y propuso para el ejercicio de esta fe una serie de ideas que se planteaban como renovadoras. La práctica asidua de la oración y de la comunión en tanto Santísimo Sacramento fueron algunas de ellas.
Fundó la sociedad Oratorio del Amor Divino y la Orden de Clérigos Regulares Teatinos. Con las mismas, buscó dar un ejemplo de austeridad y plantear una renovación en el clero.
Cayetano era conocido por ayudar a los pobres y a los enfermos de las ciudades que visitaba y por instar a sus pares a renunciar a sus bienes y a vivir de las limosnas.
Hacia el final de su vida cuando enfermó gravemente, se negó a que colocaran un colchón sobre las tablas que usaba a modo de cama. Finalmente, murió el 7 de agosto de 1547 a los 66 años.
Cayetano fue el cuidador y defensor de los pobres y de los enfermos, se le pide por pan y por trabajo: dos conceptos de los cuales es considerado el patrono.
El Santuario de San Cayetano que se ubica en Liniers, Buenos Aires, es el lugar donde miles de fieles se juntan año tras año para agradecerle y pedirle en su día. Existen tres oraciones para rezarle a San Cayetano. Una de las más conocidas es la siguiente:
Oración a San Cayetano
¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad, ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guíe nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.