Tenía 27 años

Se conmemoran 50 años de la muerte de Jim Morrison

Su música y su icónica imagen representaron una época que precisamente culmino con su muerte, un 3 de julio de 1971

La muerte de Jim Morrison, ocurrida el 3 de julio de 1971, aún continúa con una variedad de hipótesis alrededor. A lo largo de sus 27 años sufrió traumas infantiles, la fascinación por la literatura maldita, el interés por la experimentación con drogas alucinógenas y los roces con la ley.

Tras la grabación del disco "L.A. Woman", Morrison decidió mudarse por tiempo indefinido a Paris en 1971, junto a su novia Pamela Courson. Ella misma fue quien encontró su cadáver en la bañera del departamento que compartían. Según los informes oficiales, se determinó que ocurrió una insuficiencia cardíaca producida por exceso de alcohol y drogas, aunque la falta de rigor de los peritos forenses alimentaron innumerables mitos.

Se dijo que falleció en un bar y que fue trasladado a su departamento para evitar problemas legales. Sin embargo, cincuenta años más tarde sigue siendo incesante el peregrinar de curiosos de todo el mundo por su tumba en el cementerio parisino de Père Lachaise.

Este escenario fue el innecesario y tardío último acto de un proceso iniciado exactamente dos años antes, con el fatídico deceso del miembro fundador de The Rolling Stones Brian Jones que, junto a otra serie de eventos desafortunados, sellaron el derrumbe total del “sueño hippie”.

En ese lapso exacto de dos años también se produjeron los fallecimientos de Jimi Hendrix y Janis Joplin –todos ellos además a los 27 años, lo que dio origen a una infausta leyenda que aún hoy misteriosamente sigue sumando nombres-, y la disolución de The Beatles, el grupo que había definido a la revolucionaria década del `60.

Hacia 1971, además, los jóvenes que habían abandonado sus hogares para sumarse a la vida en comunidad deambulaban perdidos por San Francisco y otras zonas de California producto de excesos en el consumo de drogas -y en muchos casos desarrollaban patologías peligrosas para el resto de la sociedad-, o habían optado por una vida más convencional.

Led Zeppelin se ocupó de graficar bien esta realidad en su canción “Gone to California”, editada ese mismo año en su disco “Led Zeppelin IV”.

Pero si esta composición daba cuenta de las ruinas, el final del “sueño hippie” había sido anunciado sin querer por John Lennon, cuando pronunció la frase “El sueño se terminó” en su tema “God”, del año anterior; a pesar de que en realidad intentaba referirse con eso a la separación de su antigua banda.

Por eso, la noticia de la muerte de Jim Morrison fue una especie de fantasma que regresó cuando “el verano del amor y las flores” era solo un breve y agridulce recuerdo, para agitar una vez más la sensación de decepción por haber perdido una oportunidad única e irrepetible de una vida mejor para toda la humanidad.

Tan desajustada a su tiempo fue esa muerte como la imagen pública proyectada por Morrison durante su reinado en pleno apogeo hippie.