I'm sorry

Twitter pide perdón por el hackeo a cuentas de celebridades

Los responsables contaron con ayuda de empleados de la red social. Entre las 45 cuentas comprometidas están la de Bill Gates, la de Barack Obama, Joe Biden, Jeff Bezos o la de Elon Musk.

Twitter pidió perdón este sábado porque los piratas informáticos que accedieron a las cuentas de personalidades y figuras políticas lo consiguieron gracias a que "manipularon con éxito a un pequeño número de empleados", un golpe para la confianza de sus usuarios, reconoció la red social. Twitter no ha dado detalles sobre los empleados involucrados en el ataque ni sobre la identidad de los piratas informáticos, a los que ha definido como unos "gamers", aficionados a los videojuegos.

Los piratas informáticos tenían como objetivo 130 cuentas y lograron acceder a 45 gracias a "el uso de herramientas solo accesibles para los equipos de soporte interno", explicó la compañía en una entrada de blog. "Estamos avergonzados, decepcionados y, sobre todo, lo sentimos. Sabemos que necesitamos recuperar su confianza y apoyaremos todos los esfuerzos realizados para que los responsables comparezcan ante la justicia", admiten.

Entre los afectados por el ataque estaban políticos, como el candidato presidencial estadounidense del Partido Demócrata, Joe Biden, o el expresidente Barack Obama, y también grandes empresarios como Jeff Bezos, fundador del grupo comercial Amazon; Elon Musk, jefe de la compañía de vehículos eléctricos Tesla; y Bill Gates, fundador de el gigante de la informática Microsoft. Twitter aseguró el sábado que de ocho de estas cuentas los piratas también descargaron datos a los que solo puede acceder su propietario, como cuentas de correo electrónico o números de teléfono de los titulares de las cuentas.

El objetivo del ataque, al parecer, fue únicamente económico. Los piratas informáticos enviaron mensajes desde las cuentas a las que accedieron para alentar a los usuarios de Twitter a hacer supuestas donaciones en la criptomoneda bitcoin con la promesa de obtener el doble de esa cantidad.

Según sitios especializados que registran intercambios de bitcoins, a pesar de que no se puede saber la identidad de los destinatarios, se enviaron por este mecanismo unos 100.000 dólares. Sin embargo, el hecho de que se descargaran datos personales de al menos ocho usuarios, podría apuntar a que la maniobra tuviera otras intenciones que simplemente recaudar pagos en bitcoin.

Twitter no identificó a los usuarios afectados, e indicó únicamente que "ninguno" de ellos "tenía una cuenta verificada", caracterizadas por su icono azul, lo que excluye a los famosos y empresas más destacadas cuyos perfiles quedaron comprometidos durante la operación.

Este ataque, investigado por el FBI, provocó un debate sobre la seguridad de las redes sociales unos meses antes de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Pero también, sobre las consecuencias que ello tendría si los piratas informáticos lograsen acceder a la cuenta del presidente estadounidense, Donald Trump, quien a menudo lleva a cabo su diplomacia en Twitter, donde tiene 83,5 millones de suscriptores.

Twitter añadió que sigue trabajando para restaurar el acceso de aquellos usuarios que aún no han recuperado su cuenta, que continúa investigando el incidente y que mejorará la formación a sus empleados para evitar que vuelva a haber nuevos fallos de seguridad.