Industria musical
Una cantante de k-pop pidió perdón por tener pareja
En Corea del Sur, las estrellas de k-pop son sometidas a unos estrictos controles de comportamiento para que las discográficas puedan vender al público la idea de un ídolo perfecto.
Acusada de "traicionar" a sus fans y blanco de una campaña de acoso, la estrella de pop coreano Karina publicó recientemente una humillante disculpa escrita a mano. ¿Su falta? Salir con un actor.
Su historia es la de muchas estrellas del k-pop que la precedieron: sometidos a unos estrictos controles de comportamiento y a unos estándares imposibles de cumplir para que las discográficas puedan vender al público la idea de un ídolo perfecto.
Salir con alguien "arruinó" su carrera, aseguraron los seguidores de Karina. Uno de ellos, especialmente molesto, envió un camión con una pantalla gigante a su agencia con el mensaje: "¿No recibes suficiente amor de tus fans? Discúlpate o verás caer las ventas de tus discos y las salas de concierto vacías".
Los ataques llevaron a esta cantante, integrante del grupo Aespa, a publicar una nota manuscrita para expresar sus "más francas disculpas a los seguidores".
"Se espera que el ídolo de una persona esté disponible amorosamente", apunta Stephanie Choi, experta de k-pop en el Instituto de Investigación de Asia de la Universidad de Buffalo.
En las mujeres, sobre todo, que suelen entrar en el negocio como adolescentes, hay mucho "énfasis promocional en la inocencia y la castidad" y es difícil para ellas superarlo, dice Choi.
Estrellas occidentales como Britney Spears y Miley Cyrus también recibieron críticas cuando pasaron de ser chicas a mujeres a ojos del público, pero el modelo de negocio del pop coreano lo hace particularmente intenso para los ídolos locales.
Los fans desempeñan una gran cantidad "de trabajo no remunerado" promocionando la música o votando en competiciones, explica a la AFP Keung Yoon Bae, profesora de estudios coreanos en el Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos.
A cambio, esperan que sus ídolos se ciñan a "crueles estándares profesionales" que se extienden a su vida privada, afirma.
"Por desgracia, esto puede volverse en contra de los ídolos cuando descubren que están quedando con alguien, bebiendo o fumando", añade.