Ciencia

Una empresa planea “resucitar” a un ave extinta: el dodo

Colossal Biosciences anuncia que ha descifrado el genoma de este ave desaparecida y la añade a su lista de “desextinciones” junto al mamut lanudo y el tigre de tasmania.

En el marco de una gran polémica por sus implicancias éticas y científicas, la compañía norteamericana Colossal Biosciences consiguió descifrar el genoma completo del dodo, un ave no voladora que desapareció por completo hace más de 350 años. Fuentes de la propia compañía afirman que el hito, unido a una novedosa técnica basada en células madre, significa que están ya mucho más cerca de “resucitar” a este animal, extinto desde el siglo XVII.

Autoproclamada como experta en “desextinciones”, la compañía ya tiene una lista de animales desaparecidos que pretende revivir. Fundada en 2021 por el empresario tecnológico Ben Lamm y el genetista de la Universidad de Harvard George Church, Colossal Biosciences anunció primero que devolvería la vida al mamut lanudo. Y un año después anunció que haría lo mismo con el tilacino, más conocido como el tigre de Tasmania.

Entre todos los animales extintos, la desaparición del dodo cuenta una historia especial. Era un ave desgarbada, de un metro de altura y unos 20 kg de peso que, en lugar de temer a los humanos, paseaba alegremente entre ellos, sin inmutarse ni siquiera cuando los marineros que llegaban a la isla Mauricio, de la que eran endémicos, mataban a sus compañeros más próximos. Además, solo ponían un huevo y, tras la llegada de los holandeses, sus nidos también fueron depredados por los monos y las ratas que los humanos trajeron consigo.

El siguiente paso, según explicó Beth Shapiro, genetista principal del proyecto, será comparar la información genética del dodo con la de otras aves estrechamente relacionadas, como la paloma de Nicobar o el solitario de Rodrigues, otro tipo de paloma gigante no voladora extinta, para descubrir las mutaciones que convierten a un dodo en un dodo. El plan final, explicó Shapiro, es reintroducir esas aves en Mauricio, donde vivían antes de que los humanos las exterminaran.

Si los planes de Colossal tienen éxito, el resultado no será exactamente un dodo, sino un ave parecida. “Sería falso decir que estamos recreando algo que es al 100% idéntico a lo que existió en el pasado”, dijo Shapiro. “Lo que estamos tratando de hacer es crear una representación de esta especie que se adapte a los entornos que existen hoy”, concluyó.