COVID-19
Vacunas bivalentes: triplican su respuesta inmune con respecto a las monovalentes
A días de la llegada de estas nuevas dosis a la Argentina, el experto del laboratorio para América Latina detalló los resultados de los últimos estudios de eficacia y cómo sería la futura aplicación anual
Si hace dos años la aparición de la vacuna de ARN mensajero revolucionó la forma de enfrentar al coronavirus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19, dos años después, la llegada de las vacunas bivalentes son un paso más efectivo para seguir combatiendo a un virus que muta y sigue atacando.
Durante una conferencia de prensa online, el doctor Rolando Pajón, director médico y científico para América Latina de la biotecnológica Moderna explicó de qué se trata esta vacuna que llegará al país en los próximos días y estará disponible a partir de la semana próxima para su aplicación.
“El 2021 fue el año de las variantes del coronavirus. Y 2022 fue el año de Ómicron, que llegó en realidad en noviembre de 2021. Durante 2022 esta variante mutó en muchas subvariantes. Eso generó la necesidad de actualizar nuestra vacuna basada en la exitosa y novedosa plataforma ARN mensajero para crear una inyección bivalente”, precisó Pajón, doctorado en Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de la Habana Cuba, que cuenta con más de 27 años de experiencia como investigador en temas de proteínas de adhesión, ingeniería de antígenos, biomarcadores y vacunas.
Desde el inicio de la pandemia se han reportado más de 664 millones de casos con COVID. En algunos casos, por la falta de vacunación adecuada o por diferentes patologías previas, se desarrollan cuadros graves que requieren hospitalización/Archivo
Es que estas nuevas vacunas bivalentes, que ya están disponibles en el mundo, están destinadas a mejorar las defensas del organismo frente a esta enfermedad. “Bivalente” significa que la vacuna hace que el sistema inmunológico cree anticuerpos contra dos tipos diferentes del virus COVID-19.
Los disponibles en la actualidad combinan, en una misma aplicación, un estímulo para la creación de anticuerpos tanto contra la proteína Spike, presente en las variantes iniciales de la infección, encontradas en Wuhan, como para mutaciones Ómicron, en concreto para las sub-variantes BA.4 y BA.5.
Cuadro de efectividad de la vacuna. En celeste se observa la protección de la vacuna original a 29 días de su aplicación y a 180 días de la misma. En rosado, la protección que genera un refuerzo monovalente. Y en violeta el accionar de la vacuna bivalente, que triplica su efectividad a los 180 días respecto a la monovalente. (Moderna)
Cuadro de efectividad de la vacuna. En celeste se observa la protección de la vacuna original a 29 días de su aplicación y a 180 días de la misma. En rosado, la protección que genera un refuerzo monovalente. Y en violeta el accionar de la vacuna bivalente, que triplica su efectividad a los 180 días respecto a la monovalente. (Moderna)
Por ahora, las únicas vacunas bivalentes desarrolladas, estudiadas y aprobadas para su uso en humanos son las versiones adaptadas de las vacunas Moderna Spikevax y Pfizer-BioNTech Comirnaty COVID-19.
“La vacuna original ha dejado de generar una mayor capacidad de neutralización contra el virus. Por eso en el último año hemos desarrollado la vacuna bivalente que además de tener 25 microgramos de la secuencia original del virus, tiene otros 25 microgramos de Ómicron, para las subvariantes BA.4 y BA.5, lo que generó en los ensayos clínicos y en también en la vida real una mejor respuesta inmunitaria en el corto plazo y también a seis meses de su aplicación, en la que podemos observar que triplica las defensas de la anterior vacuna monovalente”, precisó el experto que participó del desarrollo de la vacuna hace tres años.
Pajón, indicó que Moderna viene desarrollando las vacunas bivalentes desde hace tiempo: “Primero lo hicimos con la candidata 211 que combinaba el virus original con la variante Beta. Pero la misma no fue comercializada. Luego desarrollamos la candidata 221 contra la cepa original de Ómicron, la B.1, en donde se demostró un mayor poder de neutralización del virus. Y finalmente desarrollamos la candidata 222 contra Ómicron pero en las subvariantes BA.4 y BA.5, que finalmente fue la comercializada”.
“Nuestra vacuna bivalente es nuestra mejor arma para enfrentar al virus hoy. Inclusive, tiene un grado de mayor efectividad, en un 15% más alto, que otras vacunas similares”, resumió Pajón que aclaró que la vacuna ARN mensajero está basada en el gen del virus.
“Nuestra vacuna no tiene componentes animales. No se fermenta, no se produce en levadura. Es una reacción polimerizada ya que utiliza polimerasa de ARN dependiente de la secuencia de ADN. Genera copias en versión de ARN que luego se purifica y para formar la nanopartícula lípida que contiene la vacuna. Las células toman las biopartículas. Llegan al ribosoma en las células, en el retículo endoplasmático. Eso genera varias copias de esa proteína. Y son presentadas en la superficie celular. Con esa proteína generamos la respuesta inmune, en forma de anticuerpo y en forma celular”, sintetizó Pajón sobre la nueva tecnología de vacuna que revolucionó la medicina en los últimos años y que con esa misma tecnología ya están en desarrollo otras vacunas para enfrentar distintas enfermedades.
El ARN mensajero o ARNm es el ácido ribonucleico que transfiere el código genético procedente del ADN del núcleo celular a un ribosoma en el citoplasma, es decir, el que determina el orden en que se unirán los aminoácidos de una proteína y actúa como plantilla o patrón para la síntesis de dicha proteína.
“Estamos probando en ensayos clínicos de Fase III una vacuna con tecnología ARN mensajero contra el Virus Sincicial Respiratorio que logró hasta un 80% de protección contra el patógeno. También estamos probado otra contra la influenza y incluso una contra el cáncer que logró un 44% menos de retorno de la enfermedad en pacientes oncológicos, cuando se esperaba solo un 5%”, sostuvo el especialista.
Sobre la vacuna bivalente, Pajón aclaró que el laboratorio piensa que la misma es destinada como refuerzo y que sería de una aplicación anual, como el virus de la influenza. “Como sucede con el virus de la gripe, en los meses de abril o mayo se definiría qué tipo de variante COVID es la de mayor circulación. Y con esa información, podríamos tener una nueva vacuna bivalente contra esa variante, lista para aplicar en octubre de ese mismo año.
Inclusive, Pajón adelantó que en los próximos 2 o 3 años estaría lista una vacuna combinada, llamada de segunda generación, que en una misma inyección combine la protección contra el COVID, la Influenza o el Virus Sincicial Respiratorio. Inclusive, afirmó que estan estudiando también métodos de aplicación diferentes, como el oral, nasal o dérmica para lanzar en los próximos años.
Las vacunas bivalentes llegaron para quedarse. Así lo entendieron los 21 expertos científicos de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) que la semana pasada recomendaron que ese país comience a usar la vacuna bivalente en todas las inmunizaciones contra el COVID-19, incluidas las dosis primarias y de refuerzo.
Esto significa que la dosis de refuerzo bivalente, que se dirige tanto a la cepa SARS-CoV-2 original como a las cepas Ómicron BA.4/5, pronto se convertiría en el único tipo utilizado para todas las vacunas primarias y refuerzos.
La investigación que presentaron sugiere que el refuerzo bivalente genera niveles más fuertes de anticuerpos, incluso contra las últimas variantes del virus como Ómicron BQ.1.1, XBB.1 y XBB.1.5.
El paso ahora es estandarizar todas las vacunas para apuntar a las mismas cepas y luego ver si deberían actualizarse en una cadencia regular, haría que la búsqueda de variantes fuera cosa del pasado.
Los datos incluyeron análisis preliminares de cómo el refuerzo bivalente protegía contra las últimas variantes BQ.1.1, XBB.1 y SBB.1.5. Las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech demostraron que los refuerzos bivalentes aún brindaban cierta protección contra estas nuevas variantes, en forma de anticuerpos que eran varias veces más altos que los niveles generados por la vacuna original cuando se usaba como refuerzo.
Los anticuerpos son la primera línea de defensa inmunitaria y se centran principalmente en impedir que el virus infecte las células. Moderna mostró que su refuerzo bivalente generó niveles de anticuerpos para neutralizar BQ.1.1 y XBB.1 que fueron varias veces más altos que los producidos por la vacuna original, mientras que Pfizer-BioNTech hizo referencia a un estudio publicado recientemente en el New England Journal of Medicine que muestra respuestas de una magnitud similar.