EFEMÉRIDES
1 de septiembre: Día del Criminalista
Cada 1° de septiembre se celebra el día del Criminalista para conmemorar la utilización oficial del método dactiloscópico creado por el argentino Juan Vucetich Kovacevich.
Cada 1° de septiembre se celebra el día del Criminalista para conmemorar la utilización oficial del método dactiloscópico creado por el argentino Juan Vucetich Kovacevich, que significó un antes y un después en la identificación de personas mediante las impresiones dactilares lo cual supuso un avance espectacular en la criminología.
Vucetich Kovacevich, de origen croata pero establecido con su familia en Argentina, en 1888 ingresó en la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata. El antropólogo comenzó a registrar las huellas dactilares de presos en fichas policiales y de esta manera diseñó su propio sistema de clasificación, que redujo a cuatro tipos fundamentales, en función de la disposición de estas marcas.
Juan Vucetich es considerado el creador del primer sistema de identificación de personas por sus huellas digitales del mundo.
Aunque el antropólogo inglés Francis Galton es considerado uno de los pioneros del estudio científico de las impresiones dactilares, el aporte del comisario Juan Vucetich sirvió para la sistematización de la identificación de las personas, no sólo en el ámbito penal sino civil, mediante la utilización de su ficha decadactilar.
El sistema fue bautizado con el nombre de “icnofalangometría”, basado en los 40 tipos digitales obtenidos por Galton, los cuales, Vucetich aumentó a 101.
Para ello se tomó las impresiones digitales de los diez dedos de 23 procesados por diferentes delitos; dicha documentación –previa clasificación- archivó en armarios –tipo casilleros- que se habilitaron por su propia iniciativa.
Esta sencilla técnica puso en evidencia que su sistema basado en la perennidad, inmutabilidad y variedad infinita de los relieves digitales, poseía una cualidad más: que todos los individuos son clasificables y que a través de la simple lectura de sus fórmulas dactiloscópicas, era posible ordenar su archivo, sistematizando fácilmente esta ciencia.
La creación de las fichas dactiloscópicas, sirvió a la policía de Buenos Aires, para resolver, por primera vez en la historia, un homicidio mediante evidencia de huellas dactilares en la escena del crimen.
Se trata del caso protagonizado por la asesina Francisca Rojas una mujer oriunda de la ciudad de Necochea, quien había matado a sus tres hijos e inculpado a su marido, a quienes los agentes policiales no lograron arrancarle una confesión aunque lo sometieron a torturas.
Así fue se que se pusieron a investigar a fondo y encontraron una huella ensangrentada en una puerta, evidencia que la delató y colocó en la palestra mundial la utilidad y veracidad de la dactiloscopía como método eficaz para las experticias forenses.
El jefe de la Policía no tardó en adoptar oficialmente el Sistema Dactiloscópico Argentino, como posteriormente se conocería, lo que convirtió a Argentina en el primer país en depender únicamente de las huellas dactilares como método de identificación.
Además, también fue implementado en el ejército y en el sistema electoral argentino. En tanto, a principios del siglo XX, el sistema de Vucetich empezó a difundirse por todo el mundo.