“Fotografes por los Barrios”: donan su arte para recaudar fondos

Cuando se desató la pandemia en la Argentina y empezó a amenazar a los barrios populares, una pregunta comenzó a rondar la cabeza de la fotorreportera Flor Guzzetti y un grupo de amigos. Cuántas veces habían ido a documentar historias de vida a esos lugares. De qué manera devolver lo recibido a esas personas que muchas veces les habían abierto […]

Cuando se desató la pandemia en la Argentina y empezó a amenazar a los barrios populares, una pregunta comenzó a rondar la cabeza de la fotorreportera Flor Guzzetti y un grupo de amigos. Cuántas veces habían ido a documentar historias de vida a esos lugares. De qué manera devolver lo recibido a esas personas que muchas veces les habían abierto las puertas de sus casas para mostrarle al resto del mundo la realidad que vivían, privados de servicios básicos, con infraestructura débil o insuficiente, sin agua, sin asfalto

Guzzetti convocó a colegas sensibles a donar su obra para obtener fondos que suplan la ayuda del Estado en medio de la crisis sanitaria. Así nació y se fortaleció Fotógrafes por los Barrios.

Desde su casa, donde está atareada preparando los cientos de envíos que van a llegar a los domicilios de quienes compraron las fotos, dice sorprendida: “Creímos que íbamos a ser un puñado de fotógrafos y fotógrafas, pero yo hice un posteo en mi Facebook personal con la propuesta y sumamos 138. Calculamos que venderíamos alrededor de 100 obras, y llegamos a las 650, una locura”.

“Fue todo muy impactante. Nunca imaginamos que íbamos a tener una respuesta así. Pensamos que íbamos a ser un puñado de colegas, de los que mostramos el contexto desfavorable en el que viven miles de personas en nuestro país, y que los compradores iban a ser nuestros conocidos”, sostiene.

“Hubo gente que nos hizo pedidos con mensajes muy conmovedores: ‘Gracias por lo que hacen. Les compraría más, pero estoy sin trabajo’. No necesariamente gente vinculada la nuestra actividad, o al trabajo en los barrios, o gente que usualmente compra obra. También vecinos solidarios que quieren ayudar”, reflexiona.

La respuesta superó todas las expectativas. “Fue un aluvión, trabajamos 12 a 13 horas por día para darle curso a las donaciones, recibir los pedidos, ahora enviar”. Las copias son de alta calidad, de 20 x 30 cm y son preparadas para la entrega con materiales que garantizan que lleguen a salvo.

Las piezas aportadas abarcan temáticas muy diferentes, que van desde retratos de personalidades del arte, imágenes de marchas de derechos humanos, de lucha por el aborto libre y gratuito, hasta fotos de partidos de fútbol, de flores y paisajes. La galería que se exhibe en Facebook es un recorrido por la historia reciente de la Argentina. La potencia y belleza de cada una hace casi imposible decidirse.

La elección de la organización que iba a canalizar los fondos en los barrios estuvo basada en relaciones personales y de confianza. “Sabíamos del trabajo social de La Poderosa. A medida que íbamos recibiendo los pagos, les íbamos transfiriendo desde nuestras cuentas, porque la urgencia es mucha. Solo descontamos lo necesario para gastos de impresión y embalaje. Recaudamos 940 mil pesos de la venta”.

“La muerte de Ramona Medina nos afectó mucho a todos”, lamenta y agrega: ” Ahora más que nunca es momento de continuar, esto no se termina acá”.

Ya fueron contactados por más fotógrafos y fotógrafas que quieren participar con su trabajo y por otras personas que quieren adquirir las fotos. Pero a “Fotógrafes por los Barrios” los espera la tarea de aceitar sus recursos. “Todo fue muy a pulmón, si queremos seguir tenemos que organizarnos para no desbordarnos, estamos asesorándonos. Vale la pena”.

“Esto es un puntapié hermoso para poder generar ayuda, crear conciencia a través de la cultura. Ojalá hagan lo mismo, escritores, pintores, artistas”, sugiere.

La idea podría replicarse también en otras actividades, piensa Florencia . “Una compañera fue entrevistada en una radio zonal, y después fue a la panadería. La habían escuchado en radio hablando de lo nuestro y la empleada le dijo que pertenecía a un grupo de pasteleras que quería hacer lo mismo y llamarse Pasteleras por los barrios”, relata

Para la fotógrafa, el camino que empezaron “Fotógrafes…” tiene muchísimas posibilidades: “Queremos que esto sea un puente con los barrios, que la relación siga y se fortalezca. Poder ir a partir de esta acción a dar una mano para la formación de los pibes que se están haciendo fotógrafos y son de organizaciones sociales. Ir una vez cada tanto y dar una charla… Mostrar nuestro trabajo y que ellos nos muestren los de ellos, profundizar la interacción”.