“No comen comida de pobres” | Tensión en el penal con los rugbiers: “yo te pago el sueldo”
En el programa “Crónica de una tarde” de Mónica Gutiérrez, la cronista que cubre la causa del crimen de Fernando Báez Sosa aseguró que los rugbiers no consumen la comida de la cárcel y “esperan que se la traigan los padres”. Extraoficialmente trascendió que uno de los rugbiers detenidos le habría expresado a un guardia […]
En el programa “Crónica de una tarde” de Mónica Gutiérrez, la cronista que cubre la causa del crimen de Fernando Báez Sosa aseguró que los rugbiers no consumen la comida de la cárcel y “esperan que se la traigan los padres”.
Extraoficialmente trascendió que uno de los rugbiers detenidos le habría expresado a un guardia que no probaría comida de pobres.
Cuando ingresaron a la cárcel de Dolores, nueve de los diez rugbiers se mostraron de la misma forma que lo habían hecho en las comisarías de Villa Gesell primero y luego en Pinamar, es decir, con mucha soberbia.
El único que se mostró diferente fue Juan Pedro Guarino (19). El resto se conduce con mucha arrogancia.
A diferencia del resto de la población carcelaria, los rugbiers pasan la mayor parte del tiempo en la habitación, utilizando el patio y las duchas en horarios distintos a los que lo hacen el resto de los reclusos.
Lo mismo pasa con las visitas: tienen un régimen especial los jueves, una sola hora.
Ese día, el que se ven con sus familiares, les pueden llevar determinados artículos de limpieza, de higiene personal, alimentos y ropa. Después tienen otro día en el que también les alcanzan algunos víveres pero sin tener contacto con su entorno. Pero los familiares de los rugbiers, por los 310 kilómetros que separan a Zárate con Dolores, van solo una vez por semana.
En tanto en el programa “Nosotros a la mañana”, la periodista Sandra Borghi brindó detalles de una discusión entre los rugbiers y los guardias de la prisión.
“Vos trabajas para mi, yo te pago el sueldo. Hace lo que yo te digo porque sos mi empleado. Nos tienen como negros de mierda en este lugar, no nos respetan, no nos dan los derechos que tenemos. Nos tratan como ratas y nos quieren matar”, habría expresado uno de ellos a los celadores.